Las bodegas maduraron a la luz de los créditos, y la provincia logró posicionarse en el mercado. Uno de los empresarios del sector es Eurnekian. Y otro, el ex intendente Grittini.
Fue en el epílogo de los años ‘90 cuando un grupo de empresarios redescubrió las bondades de la región y se embarcó en un proyecto que combinaba los ancestrales mandatos de la vitivinicultura con la incorporación de tecnología. La inversión no tardó en dar sus frutos, y Neuquén se incorporó a la ruta del vino y el turismo que éste genera.
La provincia tiene un racimo de virtudes para esta actividad. Entre otras cosas, posee condiciones ideales para una maduración lenta y prolongada de la vid, lo que garantiza una armónica relación entre el contenido de azúcares y la acidez. Esto garantiza una muy buena proporción de sustancias aromáticas y una excelente coloración para las uvas tintas.
Mucho tienen que ver en ello los inviernos fríos, y los veranos que son secos y calurosos durante el día, pero frescos en la noche; al tiempo que los otoños se tornan ideales para que las uvas expresen su mejor calidad justo en el momento de realizar la cosecha.
Todos estos atributos naturales abonaron el terreno para que en 1997 surgiera el proyecto El Chañar III Etapa, a la que le siguieron los créditos del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (Iadep) y las facilidades con las que aquellos empresarios pudieron sembrar los frutos que hoy están cosechando.
A partir de este emprendimiento, la provincia se ganó un lugar en las rutas del vino que tanta seducción ejercen sobre el turismo nacional e internacional, con la consecuente generación de recursos y puestos de trabajo. A continuación, algunas de las compañías del sector.
El Fin del Mundo
Uno de los establecimientos más representativos de la provincia de Neuquén es la “Bodega del Fin del Mundo” (del grupo La Inversora SA), de Julio Viola, empresario inmobiliario ligado a sectores del MPN. En abril de 2009, el concesionario de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, se asoció con la familia Viola, quedándose con el 50% de la bodega para producir vinos de esta marca en Estados Unidos y Europa.
La bodega consta de 4 módulos y su capacidad de vasija es de 8 millones de litros. Cuenta con 200 tanques de acero inoxidable con control de temperatura para fermentación, 2.200 barricas de roble francés y americano, 10 toneles de roble con control de temperatura y 100 piletas de hormigón para conservación.
Bodega Valle Perdido
Este establecimiento se encuentra ubicado en la Ruta Provincial Nº 7, Picada 6, San Patricio del Chañar. Fue puesto en marcha a comienzos de 2006 y su dueño es Fernando Muñoz de Toro.
Bodega del Añelo
Fue inaugurada el 29 de marzo de 2004 y se encuentra a la vera de la ruta 7, en la localidad de Añelo. Su primer dueño fue el empresario Carlos Vidal. En 2008 fue comprada por inversores de capitales chilenos (VC Family Estate, parte de Córpora SA, propiedad del empresario Pedro Ibáñez Santa María) y se transformó en la Bodega Universo Austral.
Bodega NQN
Viñedos de la Patagonia SRL (Bodega NQN) está bajo el control de Luis María Focaccia y Lucas Nemesio, quienes comenzaron sus trabajos en 2001 y la inauguraron el 1º de julio de 2004.
Estos empresarios provenían de diferentes actividades: Focaccia es abogado y Lucas Nemesio es un arquitecto oriundo de La Pampa, pero se capacitaron en este asunto de las bebidas espirituosas.
La bodega se encuentra ubicada en la Ruta Provincial Nº 7, calle 15, chacras 60, 61, 62 y 63.
Familia Grittini
Esta bodega está ubicada en San Patricio del Chañar, Ruta Provincial Nº 7, en la chacra 110, Picada 5. El dueño de este establecimiento es el ex intendente de Cutral Có, y hasta 2006, titular de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Adolfo Grittini.
María y Adelina SA
La bodega Familia Schroeder tiene como una de sus principales características distintivas, su emplazamiento contra la ladera de la meseta, lo que le permite mimetizarse con el paisaje natural. Se encuentran sobre la calle 7 norte, en el valle de San Patricio del Chañar, a tan sólo 53 kilómetros de la ciudad de Neuquén.
La bodega de esta familia de origen ale-mán ofrece las variedades Malbec, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardo-nnay y Sauvignon Blanc.
Construido en hormigón armado y con bloques de cemento, su moderno edificio permite el uso de la gravedad en la elaboración de vinos, preservando la calidad del producto. Otro atractivo del lugar (y que en verdad le agrega un toque de distinción) está dado por los restos de un dinosaurio herbívoro que fueron encontrados por los operarios mientras se construía la bodega.
Los fósiles remiten a un ejemplar que hace 75 millones de años paseaba su imponente figura por lo que hoy es esta provincia, que impone el sabroso sabor de sus vinos.
Fuente: www.agenciacna.com