La Presidenta anunció que convertirá a pesos los dólares que tiene en un plazo fijo. Pidió que «los funcionarios también» lo hagan. Y volvió a apuntar contra Aníbal Fernández, a quien le dijo que era el «primero de la fila y con bonete». También anunció la suba de aranceles para la importación de bienes de capital producidos en el país.
La presidenta Cristina Fernández anunció esta tarde que pasará a pesos el plazo fijo en dólares que posee e instó a los integrantes de su Gabinete y también al senador kirchnerista Aníbal Fernández a imitar su decisión.
La jefa de Estado reconoció que era «más rentable tenerlo en pesos», pero reconoció que lo mantenía en moneda estadounidense por una cuestión tradicional.
También pidió a sus funcionarios nacional a seguir la misma línea y, dirigiéndose al senador Fernández, le dijo que tenía que ser «el primero de la fila y con bonete», luego de las declaraciones que realizó sobre la cotización del dólar y que generaron fuertes críticas.
Además, La presidenta decidió por decreto la suba a 14 por ciento del arancel para la importación de bienes de capital producidos en el país y a 2 por ciento para el caso de los no realizados en el territorio nacional.
La Presidenta explicó que «dadas las circunstancias, no de la Argentina, sino del mundo, se hace imperioso sostener fuertemente las políticas contracíclicas y aún acentuarlas, como en el caso del aumento del arancel de importación».
La jefa de Estado advirtió que es una «reforma muy importante porque estamos dando equilibrio fiscal, al mismo tiempo que sostenemos las medidas contracíclicas de ayuda a la industria nacional, que beneficia a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe».
«Estamos protegiendo a nuestros empresarios», destacó la jefa de Estado, quien advirtió que a cambio «vamos a exigir precios (competitivos)» y que «empresario que no cumple se le cae el beneficio, porque nosotros los acompañamos pero también pedimos que nos acompañen».
Se indicó por el texto del decreto que «la crisis internacional que lamentablemente parece no encontrar una salida sustentable nos impone adecuar las políticas activas para el sector nacional productor de bienes de capital».
Dichas políticas, se señaló, están «orientadas a neutralizar la creciente competencia desleal originada en la creciente sobreoferta de bienes de capital proveniente de países de extrazona, donde los niveles de actividad económica se deterioran cada vez más».
Se especificó que se decidió «a partir del 1 de julio, subir el arancel para bienes de capital producidos localmente, del 0 por ciento al 14 por ciento, y fijar en sólo 2 por ciento a los bienes de capital no producidos en el país».
«El mantenimiento del bono fiscal con sus consecuentes beneficios busca mantener la competitividad del sector, especialmente frente a aquellos países competidores donde no tenemos aranceles», se completó.
Además, se explicó que «las empresas nacionales que recibirán beneficios deberán comprometerse a mantener el plantel de personal en los niveles máximos de diciembre de 2011 y realizar inversiones para atender una creciente demanda y fijar precios que muestren niveles de competitividad internacional».
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