Brasilia, 6 jun (PL) La preocupación de los brasileños por el medio ambiente aumento en los últimos años según un estudio divulgado hoy por el Ministerio que atiende esta temática.
Una encuesta realizada por la institución indica que aproximadamente el 13 por ciento de los brasileños afirma tener preocupaciones sobre el tema. Aun cuando está por debajo de otras inquietudes, este porcentaje es más del doble que el registrado hace seis años, cuando era solo del seis por ciento.
Este es el resultado de un mayor acceso a la información. Sin embargo, el tema ecológico es visto mas bien como otro problema y no como una oportunidad, dijo la ministra del ramo, Izabella Teixeira.
Según la encuesta, el medio ambiente ocupa el sexto lugar en la lista de preocupaciones de Brasil, detrás de la salud / hospitales (81 por ciento), la violencia / delincuencia (65), desempleo (34), educación (32) y política (23).
Hace seis años, apareció en el lugar 12 de la pesquisa, sólo por delante de la reforma agraria y la deuda externa.
Los principales problemas ambientales citados por los encuestados, son la deforestación, la contaminación de lagos y ríos, la contaminación del aire, el aumentando el volumen de residuales y el cambio climático.
La investigación también destaca a la belleza natural del país como es una de las principales fuente de orgullo para los brasileños, los cuales los colocan por delante, incluso, del desarrollo económico.
Brasil ha conseguido consolidar su política medioambiental en los últimos años, lo cual le ha valido varios reconocimientos internacionales.
Este martes, durante la celebración por Día Mundial del Medio Ambiente, la presidenta, Dilma Rousseff, anunció la creación y ampliación de parques nacionales así como medidas para apoyar a los pueblos indígenas.
En su intervención, la mandataria, señaló que se puede hacer frente a la crisis financiera internacional y a la vez implementar políticas de protección a la ecología y de inclusión social.
Es posible enfrentar la crisis y continuar con el desarrollo sostenible, pues no puede ser un argumento que ponga freno a las políticas para proteger el medio ambiente, destacó.