Condenado por la masacre de Pompeya pide a la Corte que trate la revisión del caso

Se trata de Fernando Carrera, quien realiza una huelga de hambre desde hace 15 días. Pide que el máximo organismo judicial «acelere» la revisión de su caso, aunque aclaró que no busca «extorsionarlo».

Fernando Carrera, quien desde hace 15 días realiza una huelga de hambre por la condena a 30 años de prisión que cumple por la llamada «Masacre de Pompeya», pidió hoy que la Corte Suprema de Justicia «acelere» la revisión de su caso, aunque aclaró que no busca «extorsionar» al máximo tribunal.

En una entrevista telefónica con Télam desde la cárcel de Marcos Paz, Carrera (35), quien solo realiza una dieta líquida, dijo que está «debilitado» físicamente, pero se siente «entero» para continuar con la protesta.

El ex proveedor de artículos de gomería fue condenado en 2007, tras un juicio oral en el que se dio por probado que atropelló y mató a dos mujeres y un niño cuando escapaba de policías a bordo de un auto, pero tanto él como su abogado sostienen que «la causa fue armada por la Policía Federal».

Esta hipótesis es reflejada en la película «El Rati Horror Show» de Enrique Piñeyro, quien desde el lunes, junto con los abogados de Carrera, se sumará a la huelga de hambre en una carpa que se instalará frente al Palacio de Tribunales porteño.

«Esta es una manera de decir `acá estoy, sigo acá`. Si bien comprendo los tiempos jurídicos, sé que la Corte no tiene plazos estipulados, pero mi caso entiendo que estuvo a estudio un tiempo prudencial, dos años», dijo el condenado, que lleva preso 7 años y cinco meses.

Carrera pidió que «se acelere el fallo y que la Corte se exprese», aunque aclaró que «esto no es extorsivo».

«Quiero que me den un dictamen favorable dadas las irregularidades que hubo de parte de la Policía. Me gustaría quedar libre, pero no sé si van a pronunciar sobre la cuestión de fondo», admitió.

Carrera sabe que las posibilidades son que la Corte envíe el caso a otro tribunal para que se realice un nuevo juicio o devuelva la causa a la Cámara de Casación Penal para una revisión integral y no en base a los fundamentos del Tribunal Oral en lo Criminal 14, a los cuales calificó de «falsos».

«Durante el juicio oral, le dieron más importancia a lo que dijeron los policías de las comisarías 34 y 36 que a los testigos directos», consideró Carrera, quien dijo que confía en nuevas declaraciones presentadas en la Corte a través de grabaciones.

Esos testigos aparecieron tras el juicio y sus dichos fueron aportados por el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), entidad que encabeza el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y fue aceptado en el expediente como «amicus curiae» (amigos de la causa).
También en la misma condición se pronunció ayer el procurador penitenciario de la Nación, Francisco Mugnolo, quien advirtió que la condena impuesta se encuentra «afectada por una fuerte duda en cuanto a su legitimidad» y puede «constituir una grave afectación a los derechos humanos».

«Los testigos dicen lo mismo que yo. Que estoy parado en un semáforo, que aparece un auto desde el que disparan personas que no parecían policías y me dan un tiro en la cara que es el que me deja inconsciente», sostuvo el imputado.
Carrera valoró la decisión de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, que en febrero pasado ordenó volver a investigar a ocho policías de las seccionales 34 y 36 que intervinieron en el operativo y notificó la medida al máximo tribunal.

«Es el mejor mensaje que hemos recibido estos años porque le está diciendo al jefe de la Policía Federal que en las comisarías actuaron de manera incorrecta y que los investiguen», afirmó el imputado, que se quejó de que «los verdaderos responsables de esta tragedia estén en la calle».

Según Carrera, «los policías no estaban identificados, tiraron a mansalva con balas de punta hueca y colocaron un arma» en su coche, irregularidades también detalladas en el informe de Garré.

«Igual no soy la peor víctima de la Federal porque tuve la suerte de no morirme. Pasé a engrosar la lista de los casos resueltos», remarcó.

El hecho ocurrió el 25 de enero de 2005, cuando -según entendió el TOC 14- Carrera huía de la Policía, que lo perseguía por un robo, tomó con su auto la avenida Sáenz de contramano, y embistió a varios peatones, provocando la muerte de una madre y su hijo de seis años y otra mujer.

El imputado y la defensa siempre sostuvieron que la causa fue «armada», luego de que, al confundir a Carrera con un ladrón, los efectivos le dispararon 18 balazos, de los cuales ocho le impactaron en el cuerpo.

La defensa argumenta, también, que Carrera huyó porque pensaba que iba a ser víctima de un asalto y que estaba inconsciente cuando embistió a los peatones debido a que había sido baleado.

El fallo del tribunal oral fue confirmado el 5 de mayo de 2008 por la sala III de la Cámara de Casación, en tanto que el 6 de julio de 2010, el procurador adjunto Luis González Warcalde opinó que la Corte también debía ratificar la sentencia.

Fuente: Online-911