Bergoglio alertó sobre «el poder como ideología» y la corrupción

Ante una Catedral llena y embanderada, pero con la marcada ausencia de autoridades nacionales, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, advirtió sobre los niveles de corrupción en el país y dijo que «el poder como ideología única acentúa el foco persecutorio y es una mentira».

Con la presencia de la vicejefa del gobierno porteño, María Eugenia Vidal -Mauricio Macri se ausentó por «problemas de agenda»-, Bergoglio cuestionó duramente el pensamiento hegemónico, al presidir el tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana, que reunió a líderes de otras religiones, tal como ocurrió en la celebración a la que asistió la presidenta Cristina Kirchner en San Carlos de Bariloche.

El cardenal advirtió, además, sobre «las locuras cotidianas que impiden el proyecto de país» y reclamó una convocatoria al diálogo, que exige «escucha, renuncias, reconocimiento de los errores y aceptaciones de los fracasos y equivocaciones».

Con efectivos del Regimiento de Patricios en la nave central del templo, Bergoglio llamó al ejercicio de la autocrítica, y afirmó: «Nadie se hace cargo de lo que hay que hacer y de lo hecho», como tampoco de las «tragedias, crímenes y deudas que debemos pagar por hechos de corrupción».

Y agregó: «Parecería un juego inconsciente: nadie fue es, en definitiva, una verdad y quizás hemos logrado ser y sentirnos nadie».

No había funcionarios del Gobierno en la Catedral. El Gabinete casi en pleno viajó a Bariloche para la celebración que encabezó Cristina Kirchner. Desde 2007, el gobierno kirchnerista traslada a ciudades del interior la tradicional conmemoración del 25 de Mayo y no escucha cara a cara las homilías de Bergoglio.

«En otro lado»

En lo que se interpretó como una crítica al Gobierno y al espíritu confrontativo que hoy anima la vida política, dijo: «Da la impresión de que siempre caemos en lo contrario: los errores son cometidos por otros y seguramente en otro lado».

El purpurado cargó las tintas sobre el relativismo, que «con la excusa del respeto de las diferencias homogeiniza en la transgresión y en la demagogia», y el poder como ideología única, que «acentúa el foco persecutorio y prejuicioso de que todas las posturas son esquemas de poder y todos buscan dominar sobre los otros».

«Ningún sistema o ideología asegura por sí mismo el cuidadoso y justo trabajo político del bien de los otros, de todos nosotros», precisó el cardenal. Identificó, además, la búsqueda del poder acumulativo con «la adrenalina y la sensación de plenitud artificial», que luego produce «autodestrucción».

Tras advertir sobre «la erosión de la confianza social», Bergoglio reclamó a la sociedad un examen de conciencia para preguntarse «¿qué nos lleva a ser cómplices, con nuestra indiferencia, de las manifestaciones de abandono y desprecio hacia los más débiles de la sociedad?».

Se refirió, específicamente a los niños y los ancianos, que son «descartados como material desechable». Y se quejó también del adormecimiento de las conciencias, la exclusión y «la verdadera anestesia social».

También el presidente del Episcopado y arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, llamó a «asumir el presente como un desafío». Y añadió: «Debemos ser conscientes de nuestras riquezas, pero también de nuestras carencias y errores que nos impiden crecer como nación».

Al celebrar el tedeum en la catedral de Santa Fe, con la presencia del gobernador Antonio Bonfatti, Arancedo recordó la posición de los obispos y sus críticas al proyecto que impulsa la reforma del Código Civil.

Reclamó la necesidad de construir «una nación, de la que todos se sientan parte, y decidida a erradicar los signos de muerte que tienen su fuente en la violencia y la droga; en el desprecio por la vida, la inseguridad y la trata de personas; en la inequidad social y la marginalidad».

Las otras homilías

Arancedo pidió aceptar los errores para crecer

SANTA FE.- El arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, dijo ayer en el tedeum que «celebrar» la fecha patria «es mantener viva la memoria, pero asumiendo el presente como un desafío». En uno de los párrafos centrales de la homilía, dijo: «Debemos ser conscientes de nuestras riquezas, pero también de nuestras carencias y errores que nos impiden crecer como Nación. La humildad ayuda a crecer». Arancedo reiteró la posición de los obispos sobre el proyecto de reforma del Código Civil: «Al hablar de la vida y la familia se privilegian los deseos de los adultos y no se tienen en cuenta los derechos del niño», señaló.

«Erradicar la pobreza», el pedido en Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE.- Frente a la presidenta Cristina Kirchner, el obispo local, monseñor Fernando Carlos Maletti, llamó ayer a todos los argentinos a «renovar el compromiso para erradicar la pobreza y promover el desarrollo para todos», durante el tedeum pronunciado en la Catedral Nuestra Señora del Nahuel Huapi. «Creemos que existe capacidad para proyectar como prioridad nacional la erradicación de la pobreza y la promoción del desarrollo en este bicentenario, con justicia y equidad social», dijo Maletti, durante la ceremonia ecuménica que encabezó. Destacó que se ha hecho mucho, pero que queda también «mucho por hacer» en materia social.

En San Juan también se habló de corrupción

El arzobispo de San Juan, monseñor Alfonso Delgado, afirmó que la historia enseña que «a veces el éxito y el poder también pueden corromperse y convertirse en una seducción que abra la puerta a la degradación del derecho, al debilitamiento de la justicia y del bien social». Delante del gobernador kirchnerista José Luis Gioja, aludió críticamente a las leyes de muerte digna e identidad de género, recientemente aprobadas. «Para gran parte de las cuestiones puede ser suficiente el criterio de mayoría. Pero es evidente que en las cuestiones en las que entra en juego la vida, el bien y la dignidad del hombre y de su familia, el simple principio de la mayoría no siempre es suficiente.»

«Hay que trabajar por el bien común»

Durante el tedeum y ante la presencia de las principales autoridades de la provincia, el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez, resaltó ayer: «En la medida que continuemos con nuestras raíces seremos lo que somos; cuando rompamos nuestras raíces dejaremos de ser lo que somos». En ese sentido, instó «a todos a trabajar por el bien común». En Corrientes, el arzobispo Andrés Stanovnik emitió conceptos similares durante el tedeum en la iglesia de La Merced (en la capital provincial). Recordó que la Revolución de Mayo reflejó «profundos anhelos de libertad e independencia» e hizo también un llamado a la unidad..