De acuerdo con un relevamiento privado, en el último año, la vacancia de oficinas de clase A y B se redujo en cinco puntos y hoy se ubica en apenas un 6%
A falta de inversiones y nuevos proyectos, Buenos Aires empezó a sufrir la falta de oficinas premium.
De acuerdo con un relevamiento privado, en el último año, la vacancia de oficinas de clase A y B -las más caras- se redujo en cinco puntos y hoy se ubica en apenas un 6%. La falta de disponibilidad además se tradujo en aumentos en los precios de los alquileres, que se espera que se repitan durante 2012.
Según un informe de la consultora internacional Jones Lang LaSalle, la oferta nueva de edificios corporativos se redujo notablemente en 2011, y llegó a niveles anteriores a los de 2008.
«El segmento clase AB incorporó en 2011 unos 50.000 metros cuadrados, la mayoría en la zona norte, posicionándola como el mercado más dinámico y con mayor nivel de crecimiento», destacó el relevamiento.
El rango de precios de alquiler de las oficinas más caras en la ciudad -las conocidas como clase A- se ubicaba a fines de 2011 entre los u$s27 y u$s33 mensuales por metro cuadrado y para este año se espera un pequeño repunte, con una suba de entre 2 y 3 por ciento.
La tendencia a la suba también llegará al resto del mercado corporativo y para el mercado de oficinas clase B se espera que los precios se ubiquen entre los u$s16 y u$s23 mensuales.
La demanda de oficinas es impulsada en gran parte por las grandes corporaciones. «Varias corporaciones han abandonado edificios propios de menor categoría con altos costos de mantenimiento y baja calidad de prestaciones, para ingresar a edificios de renta clase A y AB, en línea con estándares internacionales», señaló Jones Lang LaSalle.
De acuerdo con el relevamiento, la zona norte de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires ya logró desplazar a otros barrios como el área de mayor concentración de oficinas premium, con un total de 330.000 m2 en alquiler, lo que representa casi el 30% de la oferta disponible en la ciudad.
Más atrás se ubican Puerto Madero -con 256.000 m2-, Catalinas (201.000 m2) y la zona lindante a plaza Roma (120.000 m2).
«La reestructuración de los activos inmobiliarios no sólo tiene por objeto mejorar la arquitectura, también ha involucrado mudanzas a zonas menos congestionadas como zona norte. No es casual que este submercado sea el seleccionado por varias corporaciones: precios que en general se ubican en niveles inferiores al microcentro y mayor oferta disponible en edificios a estrenar», precisó el informe internacional.
Fuente: iProfesional