La Justicia investiga si Marco Antonio Estrada González, alias «Marcos», señalado como uno de los narcotraficantes más peligrosos del país, sigue comandando desde la cárcel una red de venta de «paco», cocaína y marihuana que funciona dentro y fuera de la villa 1-11-14 del barrio porteño de Flores.
Por eso el juez federal Sergio Torres dispuso medio de centenar de allanamientos, que incluyó la ex cárcel de Devoto y el Complejo I Ezeiza para incautar cualquier aparato de comunicación, libreta o papel que pudiera estar en poder de Marco (alias «Marcos») o de cuatro de sus laderos también presos, y que demostraría la coordinación de la venta de drogas desde la prisión.
Fue así como se secuestraron 16 aparatos de comunicación que estaban en poder del principal acusado, en la cárcel, y que ahora serán peritados a través de distintos entrecruzamientos, informaron fuentes judiciales. Las diligencias, que recién se conocieron hoy, comenzaron la semana pasada en medio de una gran reserva y siguieron hasta el pasado lunes con la detención -en esta causa- de 22 personas sospechadas de integrar una banda que traficaba paco, cocaína y marihuana dentro y fuera de la villa 1.11.14.
Además, Torres dispuso la incomunicación de Marco, el peruano que se había hecho conocido en octubre de 2005, cuando su nombre apareció vinculado a una matanza entre sicarios que tuvo lugar durante la procesión del Señor de los Milagros, en esa villa porteña.
En noviembre de 2007 Marco fue detenido en Paraguay -y más tarde extraditado- acusado del asesinato de Julio Chamorro Revollar y dos de sus sicarios en 1999 en la «canchita de los paraguayos» de la villa de Flores, en un supuesto ajuste de cuentas por negocios de drogas. En diciembre de 2009 la Justicia lo procesó como jefe de una asociación ilícita que dirigía el negocio de las drogas en ese asentamiento, y que en su ausencia habría manejado su mujer.
Ahora, el juez Torres recibió información de detectives de la División Operaciones Metropolitanas de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal que alertaba sobre «la existencia y actual permanencia de un importante e indefinido número de personas debidamente organizadas» para vender droga en la villa, «con el claro objetivo de mantener la hegemonía territorial de la zona», según el fallo que ordenó los allanamientos.
Puntualmente, la banda quedó sospechada de controlar la zona de ‘El Sendero’ dentro de la villa, montando desde ese particular punto estratégico una compleja estructura eficazmente coordinada en miras a concretar todos los movimientos necesarios para el comercio de droga a gran y mediana escala».
La resolución del juez Torres detalla que «se determinó así que, amén de contar con personas dedicadas exclusivamente a organizar y financiar la actividad ilícita, el grupo dispondría de ‘campanas’ (encargados de detectar y poner en alerta sobre la presencia de terceros extraños al lugar), soldados, marcadores o perros (individuos fuertemente armados que, en general, interceptan a los extraños impidiéndoles el paso hacia la zona protegida)».
También hace referencia a la existencia de «punteros (dedicados a la distribución de narcóticos al menudeo en los sectores vigilados por los anteriores) y mulas o burritos (encargados del transporte de la droga desde la villa hacia otros destinos y viceversa)».
Además, el juez detalla que «para el traslado de sustancias estupefacientes y de personas relacionadas con la actividad ilícita investigada, la organización contaría con la complicidad y colaboración de diferentes choferes de varias agencias de remisería emplazadas en el interior e inmediaciones de la ‘Villa 1-11-14′».
Frente al cúmulo de indicios, Torres dispuso los operativos donde se arrestó a 40 personas y se incautaron 25 kilos de marihuana y 17 kilos de paco repartidos en seis mil envoltorios, además de una docena de armas y gran cantidad de municiones. También se incautó dinero («102.454 pesos y 222 dólares) y distintos aparatos electrónicos de considerable valor y reciente adquisición que provendrían de esta actividad ilícita.
Fuente: Diario Hoy