La mujer fue alcanzada por un tiro cuando su marido, policía federal, se enfrentó con tres delincuentes que los sorprendieron en la puerta de su casa; la madre, primeriza, está a salvo
Como en 2010, con el caso de Carolina Piparo, la inseguridad y la violencia armada volvieron a amenazar a una vida por nacer. Esta vez, los médicos obraron el milagro. Una embarazada de ocho meses fue baleada ayer en la zona lumbar cuando su marido, un policía federal, se enfrentó con delincuentes que quisieron hacerles una «entradera» en su casa de José León Suárez. La mujer fue sometida a una cesárea de urgencia: tanto ella como la beba, su primogénita, estaban anoche fuera de peligro.
El hecho se produjo en los primeros minutos de ayer, en Diagonal Chilavert al 6500, de aquella localidad del partido de San Martín. «Escuché una cantidad de tiros impresionante», contó David Moreno a LA NACION. Con sus hijos asustados escondidos bajo la mesa, el hombre, que vive a una casa de distancia de la de las víctimas, salió entonces a la vereda. Habían pasado 20 minutos de la medianoche. «La chica estaba arrodillada, ensangrentada. Lloraba desesperada y lo único que gritaba era «¡mi bebe, mi bebe!»»
Jorgelina Anahí Barreto, de 32 años, y Jorge Burgos, cabo primero que revista en la comisaría 16» de la Capital, acababan de llegar en una camioneta Chevrolet Tracker. Ella bajó y abrió el garaje para que su pareja estacionara el vehículo.
Según informaron fuentes policiales a LA NACION, cuando ingresaba la camioneta, Burgos vio a tres sujetos que bajaron de un auto. Intuyó que se trataba de un robo.
El cabo primero se identificó como policía y dio la voz de alto, pero eso no amedrentó a los delincuentes. Entonces, el suboficial extrajo su arma reglamentaria y se inició un intenso enfrentamiento armado.
Durante el tiroteo, la mujer recibió un impacto bajo el abdomen. «La paciente ingresó en el hospital a la una de la madrugada con un orificio de entrada y otro de salida a la altura de la zona lumbar y abdominal», dijo a LA NACION el director del hospital Eva Perón, Ricardo Smith.
Felipe Loschiavo, otro vecino de la pareja, dijo que asistieron a la joven y la ayudaron a ingresar en la camioneta para que su propio marido llevara a Barreto a ese hospital.
Allí, los médicos le realizaron a la mujer un estudio para analizar el alcance de las heridas y decidieron llevar a cabo una cesárea de urgencia. Pese a que el proyectil había pasado cerca de la panza, no hubo lesiones de gravedad que afectaran a la niña. La beba, que pesó 3,100 kg, nació sana; anoche, ambas se encontraban en buen estado de salud, según confirmaron los especialistas en el último parte médico emitido.
Los vecinos relataron que el tiroteo -hubo unos 25 disparos- dejó huellas en varios inmuebles. Uno de los delincuentes huyó hacia la plaza Solís, situada a 30 metros del lugar del hecho, y subió a un Gol gris. Frente a la casa de las víctimas hay una cámara de seguridad dispuesta por el municipio de San Martín que podría haber filmado el escape, pero los vecinos dudaban de su funcionamiento.
Los otros dos sospechosos, en tanto, habrían salido hacia el lado contrario, donde los esperaba otro vehículo. Los vecinos aseguraban que uno de estos ladrones estaba herido de gravedad. Ayer, la policía lo rastreaba en diversos hospitales.
El caso es investigado por la fiscal María Fernanda Billone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de San Martín, que caratuló la causa como tentativa de robo a mano armada y lesiones. Para determinar de dónde salió la bala que hirió a la mujer, la Justicia secuestró el arma reglamentaria del efectivo, sobre quien no se tomó ninguna medida.
El caso de Jorgelina Barreto recordó al del 29 de julio de 2010, cuando Carolina Piparo, embarazada y a días de tener a su primer hijo, Isidro, fue atacada por un delincuente que, tras descender de una moto, la arrastró sobre la vereda y le disparó sin vacilar, pese a que ella no se había resistido al robo de su cartera, donde tenía dinero que acababa de sacar de un banco de La Plata. Fue internada y el bebe pudo nacer, pero no resistió y murió una semana después.
Seis meses atrás, en agosto de 2013, una comerciante de Berisso, embarazada de seis meses, fue baleada por un hombre que entró a robar en su local. El proyectil alcanzó a la beba que, a pesar del esfuerzo de los médicos, no pudo ser salvada, ya que el proyectil le había perforado uno de sus pulmones.
TRAGEDIAS QUE SE REPITEN
29/7/2010
Carolina Piparo tenía 34 años y un embarazo de nueve meses cuando llegaba a su casa, tras sacar dinero de una sucursal del banco Santander Río de La Plata, y fue atacada por «motochorros». Aunque ella no se resistió al robo, uno la baleó en el abdomen: su hijo, Isidro, sólo sobrevivió una semana
5/8/2013
Marisa Vidal Borda, de 34 años, fue baleada durante un asalto en su verdulería de Berisso. Estaba embarazada de seis meses y el proyectil perforó un pulmón del niño que llevaba en su vientre
27/1/2014
Jorgelina Anahí Barreto, de 32 años, recibió un disparo en el abdomen durante un tiroteo entre su esposo, policía, y tres ladrones. Su beba nació por cesárea; ambas están bien
Fuente: La Nación