China, dispuesta a dejar irse al disidente Chen para resolver la crisis con EEUU

PEKÍN — Estados Unidos afirmó este viernes que China está dispuesta a suministrar un pasaporte al activista de derechos humanos Chen Guangcheng para que pueda partir con su familia, lo que resolvería la crisis diplomática chino-estadounidense surgida a raíz de este caso.
China aceptó dar «lo antes posible» al disidente Chen Guangcheng «los documentos de viaje» necesarios, anunció este viernes un responsable estadounidense, refiriéndose probablemente al pasaporte que le permitirá salir de su país.
La portavoz del departamento de Estado estadounidense, Victoria Nuland, añadió que Estados Unidos dará a Chen y a su familia un visado, ya que el disidente explicó que deseaba viajar a este país para estudiar.
La suerte del abogado autodidacta ciego, que escapó de su detención domiciliaria y estuvo refugiado seis días en la embajada de Estados Unidos en Pekín, pesó sobre la reunión bilateral chino-estadounidense de dos días que se celebró el jueves y el viernes. Al cierre de esta cumbre, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, subrayó que los derechos humanos son «esenciales en todos los países».
«Estados Unidos sigue resaltando las cuestiones de derechos humanos porque pensamos que son esenciales en todos los países, y abordamos los casos individuales y las situaciones específicas cada vez que resulta necesario», dijo.
«No podemos ignorar nuestras áreas de discrepancia en esta relación comprensiva que estamos construyendo», agregó.
Durante la mañana, la portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, Liu Weimin, había declarado en el sitio internet del ministerio que «si quiere estudiar en el extranjero, puede, como otros ciudadanos chinos, presentar un pedido ante las autoridades competentes».
Clinton consideró que el caso del disidente «avanzaba» y vio en esta declaración un gesto «alentador». Dijo esperar una solución «que honre a la vez sus decisiones y nuestros valores». También precisó que el embajador estadounidense en China, Gary Locke, había hablado de nuevo con Chen Guangcheng el viernes, y que éste había confirmado que esperaba viajar a Estados Unidos para estudiar.
Durante la mañana, el activista Chen había reiterado a la AFP su deseo de marcharse del país. «Corro gran peligro», declaró Chen, desde el hospital Chaoyang de Pekín, donde está ingresado por una herida en el pie que se hizo al saltar de un muro para escapar de su arresto domiciliario. Añadió que su «situación es muy, muy crítica» y que las autoridades «no dejan entrar (en el hospital) a los miembros de la Embajada» de Estados Unidos que le quieren visitar.
Férreo crítico de la política del hijo único y de las expropiaciones abusivas del régimen comunista chino, Chen huyó del arresto domiciliario el 22 de abril y se refugió en la legación diplomática de Estados Unidos, que abandonó el miércoles tras alcanzar un acuerdo con las autoridades locales.
Pero, tras reunirse con su familia, el activista dijo el jueves a la AFP: «No me siento seguro, quiero irme de China».
El caso ha enturbiado por tanto la reunión bilateral chino-estadounidense de dos días sobre el «diálogo estratégico y económico anual».
Durante sus conversaciones, los responsables chinos y estadounidenses estuvieron de acuerdo en llevar a cabo una nueva ronda de discusiones sobre los derechos humanos durante el verano en Washington.
En un comunicado conjunto publicado tras la visita de Clinton, los dos países «afirmaron su compromiso en seguir construyendo este diálogo bilateral en derechos humanos sobre las bases de la igualdad y el respeto mutuo».

AFP