Ayer (27/03), el ministro del Interior, Florencio Randazzo, defendió tibiamente al vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, destacando su «honestidad» pero advirtiendo que no ponía «las manos en el fuego por nadie». Hoy miércoles 28/03, el senador nacional Aníbal Fernández dijo: «A mí me enseñó Néstor Kirchner a no poner las manos en el fuego por nadie», aunque manifestó que confía en la inocencia del ex ministro de Economía. Y Carlos Kunkel se fue por la tangente cuando le preguntaron si ponía las manos en el fuego por Boudou.
CASO CICCONE
Cristina ordenó blindar a Boudou pero nadie «pone las manos en el fuego»
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). La semana pasada la presidente Cristina Fernández ordenó proteger a su vicepresidente, Amado Boudou.
Cristina sabe que el Boudougate afecta la imagen del Ejecutivo Nacional, o sea su propia popularidad. La Jefa de Estado habría decidido que Boudou «se borre» de actos oficiales, a los fines de «preservar su imagen»; en una palabra, que «no dañe a Cristina» (aunque el martes 27/03 lo tuvo junto a ella en el anuncio sobre el proyecto de nuevo Código Civil y Comercial).
Pero Boudou hoy ya no es exhibido en el exterior.
Ella ordenó que al encuentro de legisladores del G20 en Arabia Saudita, que el vicepresidente tenía en su agenda desde hacía varias semanas, fuese el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez.
A Corea del Sur, encuentro sobre temas nucleares del G20, fue el canciller Héctor Timerman pese a que en el Boletín Oficial se publicó un decreto autorizando a Boudou a viajar.
A Emiratos Árabes Unidos, donde Boudou debía disertar, él nunca llegó.
Sin embargo, 7 semanas después del estallido del escándalo alrededor de la nueva Ciccone Calcográfica, el Banco Central (BCRA) decidió avanzar con las negociaciones para la impresión de papel moneda por montos multimillonarios en la empresa que preside Alejandro Vandenbroele, sindicado por su ex mujer Laura Muñoz
Algunos dicen que las órdenes fueron para protegerlo y otros, maliciosos, aseguran que en realidad es para castigarlo. Lo cierto es que la Presidenta dio una orden concreta y al vice no le quedó otra que acatarla.
Ayer (27/03), el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que cree en la «honestidad» del vicepresidente Amado Boudou, aunque admitió que no pone «las manos en el fuego por nadie».
«Yo creo en la buena fe y en la honestidad de mis compañeros» dijo Randazzo, en declaraciones a radio La Red. Y agregó «hay una operación que tiene por objetivo perjudicar al gobierno», aunque reconoció: «uno no pone las manos en el fuego por nadie».
Hoy miércoles 28/03 quien habló fue el diputado nacional oficialista Carlos Kunkel, quien también salió a respaldar al vicepresidente Amado Boudou, al expresar que tiene «absoluta confianza en la honestidad, coherencia y transparencia».