El oficialismo en el Senado tendría unos 40 votos para sancionar esta tarde la reforma a la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA), que entre otras cosas amplía los objetivos de la autoridad monetaria: además del control de la inflación, la entidad podrá generar políticas para la estabilidad financiera, el desarrollo económico con equidad social y el empleo.
En la tarde de ayer, un plenario de comisiones de la Cámara alta emitió despacho de mayoría sobre el proyecto sancionado la semana pasada por Diputados. Lo hizo luego de escuchar la defensa que la presidenta del Central, Mercedes Marcó del Pont, hizo de la iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo hace apenas 20 días.
Para habilitar el tratamiento sobre tablas, el bloque del Frente para la Victoria cerró un acuerdo con los senadores de la UCR para garantizar los dos tercios necesarios que habiliten el debate, en una sesión que incluirá el traspaso a la ciudad de Buenos Aires de la responsabilidad sobre la red de subterráneos y 33 líneas de colectivos.
«Es esencial el paso que estamos dando para recuperar plenamente la soberanía monetaria y cambiaria que quedará plasmada al sancionarse este proyecto de reforma», manifestó Marcó del Pont durante su participación en el plenario de las comisiones de Presupuesto y de Economía, que duró poco más de tres horas.
En línea con su presentación en Diputados, la funcionaria negó que exista un «vaciamiento» de la entidad y aseguró estar recibiendo «consultas del exterior para conocer cómo estamos haciendo la reforma». No obstante, reconoció ante la insistencia de la oposición que «hoy el nivel de reservas de libre disponibilidad es negativo».
La reforma elimina la obligación de mantener una relación fija entre la base monetaria billetes y depósitos en la economía y la cantidad de reservas. La nueva definición tendrá en cuenta el funcionamiento del mercado cambiario, considerando la evolución de las cuentas externas. En este punto, el senador radical Gerardo Morales quiso saber cuál sería el nivel óptimo de las reservas de libre disponibilidad. Pero al igual que durante su paso por la Cámara baja, Marcó del Pont sostuvo que ese número será «mucho más consistente que en otros momentos» y que se determinará de manera dinámica por el directorio del Central.
Tras la exposición de la titular del BCRA, el radicalismo ratificó que votará en contra de la iniciativa oficial y respaldará su propio proyecto de minoría, que unificó con el que elaboró Alfonso Prat Gay (Coalición Cívica) en Diputados.
El proyecto que esta tarde convertirá en ley el Senado faculta al Central a regular y orientar el crédito a través de las instituciones del sistema financiero, para promover la inversión productiva de largo plazo.
También establece que el directorio de la entidad monetaria será el encargado de definir el nivel de reservas adecuado que garantice el funcionamiento del mercado cambiario, teniendo en cuenta diferentes variables. Eso permitirá al Gobierno obtener recursos para pagar vencimientos de deuda.
El artículo más polémico fue el que modifica los adelantos al Tesoro, que se introdujo en Diputados. Estos adelantos podían hacerse hasta una cantidad equivalente al 12 por ciento de la base monetaria y podían otorgarse también adelantos por hasta un diez por ciento de los recursos en efectivo que el Gobierno hubiera obtenido en los últimos doce meses.
La modificación realizada al proyecto en su paso por la Cámara baja lleva excepcionalmente ese 10 por ciento a un 20 por ciento, «si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificaran».
A su vez, el proyecto cambia el artículo 28 de la Carta Orgánica del Central, especificando que «la integración de requisitos de reservas (encaje) no podrá constituirse sino en depósitos a la vista en el Banco Central, en moneda nacional o en cuenta de divisa, según se trate de pasivos de las entidades financieras denominadas en moneda nacional o extranjera, respectivamente».
Fuente: Nosis