El caso en Uruguay de la muerte de al menos 60 pacientes graves en manos de dos enfermeros muestra un nuevo ribete luego de las confesiones: algunos pacientes asesinados ya habían sido dados de alta y estaban mejorand su estado, según denuncian familiares de las víctimas. Los abogados de los enfermeros aseguran que sus clientes buscaban «calmar el dolor» de sus víctimas.
Uruguay se conmovió ayer con la noticia de que dos enfermeros, que trabajan en dos de los más importantes hospitales de Montevideo, fueron detenidos en las últimas horas por provocar la muerte de al menos 60 personas –que estaban internadas en estado grave, pero la mayoría no pacientes terminales– sin el consentimiento de sus familias.
En diálogo con Radio América, Santiago Clavijo, abogado de uno de los enfermeros imputados, aseguró: «Mi cliente es confeso autor de 5 delitos, y expresa que las muertes fueron humanitarias y de piedad. Él buscaba calmar el dolor, no llegar a la muerte. No hubo un consenso previo de ambos enfermeros. Estamos en la etapa pre sumarial. Uno, como profesional, tiene que estar preparado para este tipo de casos. Todos tienen derecho a defensa. Mi cliente dice que su móvil no era matar».
Por su parte, la defensora del otro acusado, Inés Massioti, dijo a la prensa al salir de la primera audiencia judicial sobre el caso que el juez Rolando Vomero determinó los procesamientos con prisión después de evaluar las pruebas y los testimonios. El magistrado explicó poco después que los imputados admitieron en total 16 muertes, aunque ese número no es definitivo porque «la investigación continúa».
El Ministerio de Salud Pública entregó un comunicado de prensa en el que informó que sus autoridades «están colaborando con la investigación policial y judicial que se está llevando adelante y se mantienen atentas a los resultados de la misma». Y expresó la preocupación de la cartera en torno al caso e informó que se investigan los «servicios afectados para recabar más datos».
La agencia AP entrevistó al inspector José Luis Roldán, director de relaciones públicas de la jefatura de policía, que dijo que «las primeras investigaciones parecen determinar que los presuntos implicados traían algún medicamento no autorizado del Brasil, vaya uno a saber qué veneno», dijo. Y agregó: «Las denuncias comenzaron a llegar hace un tiempo por parte de familiares y se comenzaron las investigaciones».
El diario La República informó que uno de los enfermos investigados tiene 46 años de edad, y que habría declarado que había «perdido la cuenta» de la cantidad de pacientes a los que quitó la vida. El otro enfermero, de 39 años, confesó unos 50 crímenes del mismo tipo, según el periódico. Ambos trabajadores se relacionaban escasamente entre sí.
Había pacientes con alta
Entretanto, familiares de los pacientes fallecidos en Uruguay por el accionar de los enfermeros que provocaron la muerte de al menos 16 personas dijeron hoy que algunos «estaban bien y ya tenían el alta», en tanto el Poder Ejecutivo convocó a conferencia de prensa para fijar su posición, informaron las autoridades y la prensa urugaya (ver Temen que sean 200 las víctimas de los enfermeros).
Gladys Rodríguez, hija de una de las víctimas internada en el Hospital Maciel, dijo hoy que su mamá «estaba bien» y que «tenía el alta».
«Esto es muy impactante, a mi mamá la internaron por una convulsión ya que ella era diabética. Ya tenía el alta y estaba pronta para venirse para casa y ahí empezó todo, comenzó a largar espuma por la boca, la trataron ahí y murió», afirmó Rodríguez por Radio 10.
Recordó también que su madre «no era terminal, estaba para venirse, faltaban unas horitas para que la fueran a buscar y la trajeran a casa».
La investigación por las muertes se inició hace dos meses, bajo el nombre «Operación ángeles», a partir de una denuncia de funcionarios de los centros asistenciales -uno público y otro privado- de Montevideo, y tomó estado público ayer, causando conmoción en todo Uruguay.
(Urgente24)