El titular de la AFIP eliminó los beneficios a petroleras Pymes que exportaban naftas vírgenes para la industria petroquímica. De Vido se había comprometido a proteger esa actividad que ahora se volvió anti económica. La medida, que podría dejarría más de 1.000 trabajadores en la calle, es una muestra de la guerra interna que se libra en el gobierno por el control de la política energética.
Una curiosa situación viven los exportadores de naftas vírgenes, las que se usan para producir insumos petroquímicos. Mientras la atención del sector energético está centrada en la embestida del contra YPF, el Gobierno prohibió de forma virtual la venta al exterior de naftas vírgenes, un producto superavitario en el mercado local.
Por decisión de la AFIP, eliminó los incentivos fiscales enmarcados en el programa Refinación Plus, que beneficiaban a petroleras medianas y pequeñas. Sin esos certificados impositivos otorgados a las compañías que demuestren inversión, la exportación se torna anti económica.
“Sin los beneficios fiscales, las retenciones a la exportación superan el 50% del precio de venta de las naftas. Por lo que la rentabilidad desaparece. El programa –creado en 2008- bajaba, de forma indirecta, los derechos a la exportación hasta el 12%”, explicó a LPO Miguel Schvartzbaum, presidente del grupo Más Energía, que controla a las refinerías Petrolera Argentina y Renesa.
El empresario no pudo exportar la semana pasada un buque de 10.000 metros cúbicos de naftas petroquímicas que había vendido a Petrobras. Y esta semana podría perder otro cargamento si la AFIP no reactiva el programa Refinación Plus. En la misma situación se encuentran Refinor –la firma de YPF, Petrobras y Pluspetrol ubicada en Campo Durán, en Salta-, y las neuquinas Fox Petrol y American Oil. Entre todas, ya acumulan pérdidas por la imposibilidad de exportar alrededor de 30.000 m3 del combustible, que permanece acopiado en los puertos de Campana y de Buenos Aires.
Una medida contra las Pymes
La medida cuenta con un elemento desconcertante: se origina en una decisión unilateral de la AFIP, que no es respaldada por el Ministerio de Planificación que dirige Julio de Vido. A mediados de febrero, cuando anunció la suspensión de los programas Petróleo y Refinación Plus, la cartera aclaró que sólo afectaría a grandes productoras: YPF, Pan American Energy (PAE), Sinopec, Petrobras, Total, Chevron y Pluspetrol y Enap Sipetrol. De Vido precisó que las petroleras medianas y pequeñas no se verían afectadas por la aplicación.
“Pero la Afip hizo caso omiso de esa aclaración y suspendió (desde el 16 de febrero) los beneficios para todas las empresas. Es un sinsentido legal”, señaló Schvartzbaum, que inició gestiones ante el organismo que encabeza Ricardo Etchegaray, por ahora infructuosas.
Incluso Daniel Cameron, secretario de Energía, cursó la semana pasada una nota a la AFIP para que expida los certificados fiscales a las petroleras PyMEs. El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, y el líder del poderoso Sindicato de Gas y Petróleo de la Cuenca Neuquina, Guillermo Pereyra, también intentaron mediar para destrabar el tema. Pero ninguno logró torcer la mano de Etchegaray.
Impacto recesivo
En los gremios patagónicos del sector estiman que la medida de la AFIP pone en peligro alrededor de 1.000 puestos de trabajo. “Si la situación no se resuelve, nos veremos obligados a suspender personal porque si no exportamos nuestros ingresos se reducen sideralmente”, admitieron desde una de las petroleras.
En el sector no terminan de entender la medida del organismo que conduce Echegaray: es que justo cuando el Gobierno reclama mayores exportaciones y cuida con recelo la salida de dólares, la AFIP decidió impedir –sin ninguna resolución que avale la decisión- la posibilidad de vender al exterior naftas que no pueden ser consumidas en el mercado interno. La nafta virgen o petroquímica tiene un menor octanaje que las consumidas en las estaciones de servicio.
Además, en el caso del grupo Más Energía la empresa está en la última fase de un proyecto de ampliación de la refinería Petrolera Argentina que le demandó una inversión de US$ 92,5 millones. El Estado financió –a través de los beneficios que ofrece el programa Refinación Plus- cerca de un 50% de esos desembolsos.
Schvartzbaum explicó que la puesta en marcha de la planta de Reforming permitirá procesar a partir de mayo las naftas vírgenes para colocar un combustible más refinado en surtidores. Pero advirtió que “si la Afip vuelve a otorgar los certificados fiscales complicará la situación financiera del proyecto”. Aún así, el directivo se mostró optimista de cara a resolver el conflicto.
La ampliación de la planta de Petrolera Argentina –ubicada en Plaza Huincul- permitirá cubrir un 7% de la demanda de nafta súper del país (cerca de 450.000 m3). La obra apunta, además, a reducir la importación de combustibles por 1.600 millones de pesos. “Por eso confiamos en que poder encontrar una solución en los próximos días”, indicó el presidente de Más Energía.
En el sector proliferan las versiones acerca de las razones por las que la AFIP interrumpió el Refino Plus para todas las petroleras en general. Los más crédulos dejan entrever que se trata de un error técnico del organismo, aunque no tienen respuestas para explicar por qué, si se trata de una simple confusión humana, la medida permanece sin solución 30 días después de su origen. Los más escépticos, en cambio, creen que la animosidad de Etchegaray y su tropa se explica porque detrás de Refinor, uno de los principales exportadores de naftas vírgenes, se encuentra YPF, el principal accionista de la refinería salteña.
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