LA PLATA .- Una beba de 22 días de vida fue operada con éxito por una cardiopatía congénita en el Hospital San Martín de La Plata. La nena sufría una cardiopatía congénita que afecta a uno de cada 2.000 recién nacidos, y a entre el 30 y 60 por ciento de los prematuros, según el peso.
La operación se realizó para cerrar el ductus arterioso permeable, un conducto que permite la comunicación entre el sistema arterial pulmonar y la arteria aorta durante la vida fetal y que cuando el bebé nace debería cerrarse naturalmente.
Ludmila, la bebe, nació a las 28 semanas de gestación y pesó apenas 800 gramos. El mismo día del nacimiento fue trasladada inmediatamente desde el distrito de San Martín a La Plata, donde con el paso de los días aparecieron los síntomas que dieron cuenta de la falta del cierre del ductus.
La intervención se realizó en el Hospital “Policlínico” San Martín pero con el equipo de cirugía cardiovascular del Hospital provincial de Niños de La Plata, que encabeza el cirujano cardiovascular Carlos Antelo. “El traslado de los médicos se debió a que era muy peligroso mover a la nena, aún cuando sólo son ocho cuadras”, explicó la pediatra del San Martín, Silvina Fernández.
La intervención duró 30 minutos y consistió en cerrar el conducto con un clip metálico.
Los síntomas del ductus abierto son dificultad respiratoria y soplo cardíaco y pueden llevar a la muerte a los recién nacidos.
En el caso de Ludmila fue un caso de ductus grave ya que primero intentó ser cerrado con medicación y, al no lograrse, debió ser intervenida quirúrgicamente.
Las cardiopatías congénitas constituyen la primera causa de mortalidad por malformaciones entre los niños menores de 1 año. A nivel nacional nacen con estas patologías cerca de 7.000 niños cada año, de los cuales unos 3 mil corresponden a la provincia de Buenos Aires.
Con el apoyo del gobierno nacional, el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires lleva a delante un programa para operar gratis a niños que presentan alguna clase de malformación en el corazón en los hospitales Tetamanti de Mar del Plata; Sor María Ludovica de La Plata y El Cruce de Florencio Varela.
Las cardiopatías forman parte del núcleo duro de la mortalidad infantil porque resultan enfermedades difícilmente reducibles, pero en un 80 por ciento son operables.
Hoy Ludmila sigue internada en el San Martín, está en una incubadora pero fuera de peligro y ya pesa 1,200 kilogramos.
Fuente: El Intransigente