La CPI condenó al Kony congoleño

En su primer fallo, la Corte Penal Internacional declaró culpable al ex jefe de una milicia del Congo, Thomas Lubanga. Quedará preso por reclutar niños soldados, lo mismo que el líder rebelde ugandés.
La CPI dio el miércoles su primer veredicto desde que comenzó a funcionar, en 2003. «El tribunal concluyó por unanimidad que la acusación demostró más allá de toda duda razonable que Thomas Lubanga es culpable de crímenes de conscripción y enrolamiento de niños de menos de 15 años y de haberlos hecho participar en un conflicto armado», dijo el juez británico Adrian Fulford, que leyó un resumen del fallo.

Los jueces se pronunciarán más adelante sobre la pena de prisión a la que será condenado el fundador de la Unión de los Patriotas Congoleños (UPC) y ex comandante de las Fuerzas Patrióticas para la Liberación del Congo (FPLC), el brazo militar de la UPC.

Thomas Lubanga, de 51 años, enroló a menores de 15 años y los obligó a participar en la guerra civil en Ituri (noreste de la RDC), entre septiembre de 2002 y agosto de 2003.

El CPI es el primer tribunal penal internacional permanente encargado de juzgar a los presuntos autores de genocidios, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. El juicio de Lubanga había comenzado el 26 de enero de 2009. Lubanga se declaró inocente.

La defensa tiene ahora un plazo de 30 días para apelar. Los jueces habían decidido en diciembre de 2011 que ese plazo comenzaría a correr cuando Lubanga hubiera podido leer la traducción al francés del fallo. Lubanga sabe francés pero no inglés.

El veredicto, que tiene varios cientos de páginas, fue redactado por los magistrados en inglés y está siendo traducido al francés. La pena máxima en la CPI es de 30 años de prisión. En caso de crímenes «de extrema gravedad», los magistrados pueden condenar a la cadena perpetua.

Thomas Lubanga estaba acusado de haber reclutado, a la fuerza o voluntariamente, a niños que luego tuvieron que participar en los combates durante la guerra civil en Ituri. Los enfrentamientos étnicos y las violencias entre milicias por el control de las minas de oro y de otros recursos naturales en esta región del noreste de la RDC causaron la muerte de unas 60.000 personas desde 1999, según organizaciones humanitarias no gubernamentales.

Bosco Ntaganda, ex subjefe del estado mayor de las FPLC, quien es objeto de una orden de arresto desde 2006 por los mismos crímenes de guerra que Lubanga y también está acusado en este proceso, sigue en libertad y actualmente está enrolado en el ejército congoleño.

Lo mismo sucede con Joseph Kony, líder del Ejército de Resistencia del Señor (ELR), ahora protagonista de una campaña internacional que exige su captura por haber utilizado a lo largo de 25 años a 30.000 menores como niños soldados.
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