Dilma Rousseff y José Serra protagonizan ríspido debate en TV

Ambos candidatos presidenciales protagonizaron un importante debate en un medio televisivo, donde se criticaron duramente. Hasta el momento, la candidata oficialista es la favorita con un 57% para convertirse en la primer mandataria de Brasil. Los sufragios serán el 31 de octubre.
En la recta final de las elecciones brasileñas, los candidatos presidenciales Dilma Rousseff y José Serra protagonizaron un áspero debate de TV de toda la campaña electoral, acusándose mutuamente de mentir a los electores.

La oficialista Rousseff y el opositor Serra se trabaron en casi dos horas de constantes acusaciones de apropiarse de programas ajenos, manipular números, desconocer la realidad del país y proteger auxiliares bajo sospecha de corrupción, sin profundizar en la discusión de sus programas de gobierno.

Serra acusó a Rousseff de cambiar constantemente de opinión de acuerdo a conveniencias electorales. La aspirante oficialista respondió que el aspirante opositor se niega a responder preguntas concretas e insiste en «mentir deliberadamente».

«Ella me acusa de mentir, pero ella es una profesional en ese arte», sostuvo Serra. «Creo que sería bueno mantener un cierto nivel en el debate», retrucó Rousseff en otro momento de tensión.

Rousseff continúa como amplia favorita, tras divulgarse este lunes una nueva encuesta del instituto Vox Populi que le otorgó 57% de las intenciones de voto contra 43% del socialdemócrata José Serra, al considerarse apenas el número de votos válidos (excluyendo blancos y nulos).

Sin embargo, la encuestadora destacó que en una semana los indecisos pasaron de 4% a 7%. Ese nuevo dato puede ser la explicación para la agresividad mostrada por los aspirantes en el debate, realizado en los estudios del canal Record.

Así, en la última semana de campaña para el 31 de octubre, Rousseff y Serra deben enfocarse en conquistar a los indecisos pero también a los 56 millones de electores en los mayores colegios electorales del país: Sao Paulo, Minas Gerais y Rio de Janeiro.

El domingo ambos recorrieron las calles de la capital carioca, y este lunes cumplieron con su agenda prevista en Sao Paulo.

Serra, de 68 años, mantuvo una reunión en la Academia Brasileña de Ciencias.

Por su parte, Rousseff, de 62 años, presentó una lista de 13 compromisos generales, donde se destaca el de dar continuidad al proyecto del gobierno actual, y cita de forma somera temas como seguridad, educación, salud, combate a la pobreza, vivienda y medio ambiente.

«Estos 13 compromisos son la construcción de nuestra gobernabilidad. (…) Obviamente son generales y no son metas» detalladas, explicó Rousseff tras reunirse con los presidentes de las agrupaciones aliadas al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda, en el gobierno) en Sao Paulo.

Rousseff y Serra -que no han presentado programas detallados de gobierno- se volverán a ver las caras la noche de este lunes en el penúltimo debate de la segunda vuelta electoral, en el canal Record a las 01H00 GMT.

Según los coordinadores de campaña citados por el diario Folha de Sao Paulo, la estrategia de los candidatos en este nuevo encuentro será confrontar las ideas propuestas, y no tanto entrar en los temas espinosos que estuvieron marcando el paso en las últimas semanas, como el aborto y la religión.

Así, Rousseff debe profundizar en los puntos débiles de Serra mientras estuvo a la cabeza del Estado de Sao Paulo, cuestionar promesas como el aumento del salario mínimo o poner dos profesores en las aulas del primer año escolar.

La candidata del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que centra su discurso en reiterar los logros del gobierno que integró, debe volver a insistir en el tema de la privatización de empresas estatales que ya fue tratado en el debate anterior.

Por el lado del candidato socialdemócrata, la idea de su sector es que enfatice propuestas sociales para atraer electorado de sectores de bajos recursos, mayormente oficialista.

«Esta campaña declinó de la política, presentando un escenario ocupado por un único actor, el gobierno y sus acciones», estimó el politólogo Luiz Werneck Vianna en su columna del diario económico Valor.

Los candidatos aún carecen de programas políticos y han dejado fuera de la discusión temas importantes como reforma agraria, medio ambiente y el futuro de la industria ante la valorización del real, agregó.

Ambos candidatos tienen apenas cuatro días de actos de campaña y dos debates televisivos para conquistar el voto de una gran cantidad indecisos.

Otra preocupación para el domingo sería un elevado número de abstención, ya que la elección coincide con el feriado prolongado del 2 de noviembre.

Más de 135 millones de brasileños son convocados nuevamente a las urnas para elegir al sucesor del popular presidente Lula el 31 de octubre.

Fuente: 26noticias