El cordobés derrotó esta madrugada a Janko Tipsarevic (n°10) por 6-3, 3-6 y 6-3; hacía 19 meses que no vencía a un top 10; avanzó a los octavos de final de Indian Wells y hoy jugará ante Jo-Wilfried Tsonga, alrededor de las 19 (hora argentina)
INDIAN WELLS.- David Nalbandian llegó al primer Masters 1000 de la temporada con la intención de empezar a cosechar una buena cantidad de puntos para volver a ubicarse en la parte alta del ránking mundial (actualmente ocupa la 74° posición). Por la tercera rueda se le presentaba el serbio Janko Tipsarevic, décimo favorito a quedarse con el título. Pero el cordobés llegaba con la espina de no haber podido conseguir victorias sobre jugadores top-ten hace más de un año. Sin embargo, fiel a su estilo el unquillense luchó y se llevó un triunfo muy importante para su confianza con parcial de 6-3, 3-6 y 6-3.
«Lo de ganarle a un top ten es para la estadística. Yo solamente me guío por las sensaciones en la cancha», le dijo el cordobés a fuebuena.com.ar al término del partido. Lo cierto es que desde agosto de 2010 que el Rey David no vencía a un top ten. Aquella vez lo hizo ante el sueco Robin Söderling, por los 16vos de final del Masters de Toronto.
Esta madrugada avanzó a los octavos de final de Indian Wells. Alrededor de las 19 (hora argentina), al término del partido entre John Isner y Mathew Ebden, tendrá un duro desafío del otro lado. Estará Jo-Wilfried Tsonga, n°6 del mundo. Chocaron solo un vez y fue triunfo para el francés, en la final del Masters de Paris, en 2008.
El partido. En la primera manga David impuso un claro dominio sobre un Tipsarevic que no supo hacer prevalecer su juego agresivo. Así fue como se terminó llevando el set por 6-3.
En el siguiente parcial, todo se desarrolló con mucha paridad hasta el octavo game, donde el serbio se quedó con el saque del argentino, lo que le permitió cerrar la manga en el siguiente juego. A partir de ahí se vio a un Nalbandian muy nervioso y molesto por la chance entregada al europeo.
En la tercera manga todo venía muy parejo, pero a Tipsarevic se lo veía más entero desde lo anímico. Pero el argentino sacó a relucir su gran condición de guerrero y estuvo implacables en las oportunidades que tuvo.
Fuente: Cancha Llena