El jefe de Gobierno de ese país reconoció que el mismo «pasa un momento difícil» luego de que se conociera el déficit público ibérico que ascendió el año pasado al 8,51% del PBI. Si bien prometió «esfuerzos» para reconducir la situación, desde que asumió, no pega.
El jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, admitió este miércoles una “situación difícil” tras conocerse el lunes que el déficit público español en 2011 ascendió al 8,51% del PIB, muy por encima del objetivo del 6%, y prometió “esfuerzos” para reconducir la situación.
“Bajaremos el déficit todo lo que podamos”, dijo Rajoy a su salida de la sede madrileña de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), tras presentar la XXII Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar en noviembre en Cádiz (Sur de España).
“Esta noticia del déficit plantea que tenemos que hacer un esfuerzo”, añadió Rajoy, que detalló que este esfuerzo tendrá que hacerlo tanto la administración central, como las regiones y los ayuntamientos.
“El año pasado nos gastamos 90.000 millones (de euros) más de lo que ingresamos”, añadió el jefe del gobierno español.
Rajoy, no obstante, no comentó si su país negociará con la Unión Europea un nuevo objetivo de déficit para 2012, en lugar del actual 4,4% del PIB.
El lunes pasado, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, informó de que el déficit público español ascendió en 2011 al 8,51% del PIB, muy por encima de la meta del 6%, a la que apuntaba el gobierno español.
De los cuatro componentes del déficit, las 17 autonomías son las que más han contribuido a superar las previsiones, con un déficit del 2,94% del PIB frente al objetivo del 1,3%, mientras que el gobierno cerró el ejercicio con un déficit del 5,1% frente al 4,8% previsto.
Los ayuntamientos terminaron con un déficit del 0,38% del PIB, y la seguridad social registró un ligero déficit de 0,09%, en vez del excedente previsto del 0,4%.
Para luchar contra este déficit, el gobierno ya ha anunciado recortes presupuestarios de 8.900 millones de euros, subidas de impuestos por 6.300 millones y un plan antifraude con el que espera recuperar 8.200 millones.
AFP