Cifras que envalentonan la postura prominera K

El oficialismo no oculta «su amor» por la minería contaminante y por esto busca sumar más empresas adeptas y deja de interesarles actividades claves de nuestro país como la ganadería. En el último año las exportaciones de oro y cobre superaron a la de la carne vacuna.

El kirchnerismo, cada minuto que pasa, se entromete cada vez más en su ambición por la minería. Las cifras estadísticas así lo demuestran y dejan al desvelo que la prioridad del trabajo en la exportaciones es el oro y el cobre por encima de la carne vacuna.

La posición de Cristina Fernández de Kirchner es totalmente clara. La Presidenta está a favor de la minería a cielo abierto y no le importa el costo político por el que debe atravesar, sino que sabe muy bien que los ingresos económicos, a pesar de no ser una actividad rentable para el Estado, son importantes para la caja de la Rosada.

El negocio minero creció de manera abrupta en los últimos 20 años. Primero fue el menemismo quien le dio vía libre en el ingreso y ahora el kirchnerismo fomenta la actividad para que los capitales extranjeros como la Barrick Gold hagan pie en Argentina.

Tanto las empresas canadienses como las australiana han hecho de Argentina su “lugar en el mundo” para la explotación. La Barrick Gold explota el mayor yacimiento de oro del país, Veladero, en San Juan, además de avanzar con el proyecto binacional Pascua-Lama (con Chile). La australiana Xstrata, por su parte, controla la controvertida Minera Alumbrera, en Catamarca, con la mitad de las acciones. El resto pertenece a las canadienses Goldcorp y Yamana Gold.

Al señalar que Cristina está más que interesada en continuar con sus políticas promineras hay que resaltar un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa) que recopila información desde que entró en vigencia la Ley 24.197 en 1993. Según esta consultora las exportaciones de productos mineros crecieron un exorbitante 753% y alcanzaron en 2010 los u$s 2.089 millones.

Gracias a estos fuertes números hicieron que el oro y el cobre ingresen en el top five de productos de ventas externas por rubro según divisas generadas. Lo sorprendente de esto que de esta manera, algo disparatado hace solamente una década, desplaza de este ranking a las exportaciones del sector cárnico.

Los precios de la minería crecieron ampliamente en la última década. Entre 2001 y 2010, los precios del cobre subieron 204% y los del oro, 616%. Las mayores subas fueron las del platino (1034%) y las del niquel (785.6%).

En materia impositiva, el mayor desembolso de las mineras está dado por el impuesto a las ganancias, seguido por las retenciones. Además, pagan regalías a las provincias donde operan, con un tope máximo de 3 por ciento.

En 2010, las mineras pagaron impuestos por $ 5.700 millones, monto que fue superado en 2011 según indicó la Cámara de Empresarios Mineros, aunque no hay aún datos oficiales.

De ese monto, $ 4.500 millones fueron a las arcas nacionales y $ 1.200 millones a las diez provincias mineras (Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz).

Según el informe de Idesa, la Argentina se ubica en el sexto lugar entre los países del mundo con mayores recursos mineros, pero también en el onceavo en el ránking de países con más contaminación ambiental.

Según la consultora, investigaciones sobre medicina ambiental realizadas por el instituto de investigación de los Laboratorios Roemmers dieron cuenta de la existencia de cromo y plomo con niveles superiores a lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud en aguas costeras, y una de las fuentes sería la actividad minera. También se observa la contaminación de cursos de agua en Santa Cruz, debido a la carbonífera Río Turbio, en Chile.

A pesar de estos datos, el kirchnerismo sigue con su avanzada minera y parece no tener un techo en su ambición de seguir sumando empresas para explotar recursos mineros argentinos, ¿y continuar contaminando?.
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