La actividad económica «se desacelerará aun más» por el nuevo control a las importaciones, advirtió hoy un informe de la Fundación Capital.
«La actividad económica se desacelerará aun más producto de los nuevos controles al comercio exterior» auguró la consultora, que consideró que el nuevo régimen de Declaración Jurada Anticipada de Importaciones que entró en vigencia el 1 de febrero, «enciende luces de alarma respecto a cual será la fluidez en el ingreso de insumos».
En ese sentido, consideró que «la nueva medida busca hacer el seguimiento del total de las operaciones de comercio exterior, lo cual resulta un desafío de gestión para el Estado, un costo extra para los privados y una herramienta que puede promover el manejo discrecional de la política económica».
«La velocidad en la que se está limitando el ingreso enciende una luz de alarma respecto a la capacidad de la oferta local para responder a estos requerimientos, en un contexto de uso de capacidad instalada cercano a los récords», previno. El estudio también calculó que este año el saldo de la balanza comercial rondará en 7.138 millones de dólares, cifra inferior a los 10.347 millones registrados.
Al respecto, indicó que el saldo comercial en 2011 se ubicó un 11 por ciento por debajo del alcanzado en 2010 «y por encima de las proyecciones esbozadas a lo largo del año».
La entidad atribuyó «este cambio en la trayectoria durante el último trimestre» a un «menor ritmo de expansión de la actividad económica y de mayores controles al ingreso de bienes desde el exterior».
«Más que una lógica comercial y de actividad, los requerimientos de divisas serán quienes definan la trayectoria de las importaciones en nuestro país, constituyendo un serio riesgo para el normal funcionamiento de varias cadenas productivas», planteó el documento.
Asimismo, la entidad señaló que «las nuevas políticas de monitoreo del comercio exterior cambian el foco de un análisis general y por sectores, a uno particular y de administración microeconómica».
«La suma de presiones para desincentivar las importaciones de alimentos a las principales cadenas de comercialización, un mayor alcance de licencias no automáticas de importación y los convenios de matching de exportaciones-importaciones constituyen un conjunto de medidas formales e informales que explican una parte de la historia en la ralentización de las compras» en el último cuatrimestre de 2011, analizó.
La consultora estimó que este año se registrará «un saldo comercial de 7.138 millones de dólares» producto de que las exportaciones crecerían un 3,8 por ciento al alcanzar alrededor de 87.1484 millones, y las importaciones treparían 8,1 por ciento al sumar 80.346 millones.
«Para alcanzar los 10.000 millones de dólares proyectados por el gobierno, se necesita una reversión de las condiciones imperantes para las ventas al exterior o un control exhaustivo de las importaciones, derivando en efectos perniciosos sobre la actividad.
Sin duda, los últimos resultados de estas políticas dependerán de la capacidad gubernamental para separar la paja del trigo en términos de importaciones, logrando identificar acertadamente que bienes pueden ser sustituibles en el corto plazo, sin afectar los tiempos de producción y que insumos son indispensables para mantener el dinamismo de las cadenas productivas», concluyó el informe.
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