Mientras las prepagas dejaron en suspenso el ajuste del 5.5 % previsto para el corriente mes, algunas mutuales de medicina privada anunciaron que desde este mes, los afiliados deberán pagar un 11 % más, primer incremento del año que se suma a los otros dos que sufrió la tarifa en 2011.
Lo confirmaron vecinos de nuestra ciudad, que mediante comunicación epistolar, recibieron la novedad donde se alude a la necesidad de solventar costos vinculados a la escala salarial de los trabajadores del sector.
Ciertas obras sociales venían estipulando el incremento desde diciembre último, y a partir de febrero, empezaría a correr la nueva cuota.
Argumentan las entidades la necesidad de amortiguar “el fuerte impacto que deriva de los aumentos producidos en las prestaciones de salud a cargo de nuestros prestadores adheridos a consecuencia –como es de conocimiento público- de los acuerdos colectivos de trabajo a originarse en el sector de la salud y los incrementos de insumos y servicios”, refiere la misiva.
Sucede cuando las prepagas tenían previsto ajustar los valores de sus cuotas en un 5.5 %, porque desde este mes se aplicaba la última etapa del incremento salarial pactado el año pasado, para el personal de la sanidad.
Sin embargo, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, citó para mañana a los directivos de las cámaras que agrupan a las empresas para mantener reuniones sobre el asunto.
Desde la Superintendencia de Servicios de Salud habían dicho que los incrementos sólo podrían aplicarse si antes se concretaba un acuerdo con Moreno, en el marco de las reuniones programadas.
Las empresas habían enviado, en algunos casos, el aviso de las alzas, argumentando que eran para cubrir los mayores costos a los que ya se habían comprometido durante el año pasado.
Para hacer frente a las mejoras salariales, las entidades prestadoras, como las clínicas, buscan incrementar el valor de los aranceles que les cobran a las prepagas y obras sociales para la atención de sus afiliados.
Entre los empresarios del sector y las autoridades hay diferencias en cuanto a la interpretación sobre la vigencia de la ley de regulación, que fue votada por el Congreso en mayo del año pasado.
El 1° de diciembre pasado, el Poder Ejecutivo publicó un decreto reglamentario, con lo cual se dio vigencia a la norma ocho días después.
Sin embargo, el decreto dejó varios temas sin definición, sujetos a futuras normas que debe dictar la Superintendencia.
Así, por ejemplo, la aprobación de las subas de cuotas debe basarse en la evolución de la estructura de costos elaborada por las autoridades. O, por citar otro ejemplo, en la afiliación de personas con enfermedades a ser tratadas, la ley establece que podrá cobrarse una cuota diferencial, pero no se especificó cómo calcular ese costo.
Por esos temas, en las prepagas sostienen que si bien la ley está formalmente vigente, en la práctica no está operativa, al menos en varios de sus artículos.
De todas formas, en el aspecto particular del aumento de cuotas, la Secretaría de Comercio Interior ya actuaba antes de la aprobación de la ley como autoridad para autorizar o no los ajustes de precios.
El año pasado, aunque con algunas variantes, los planes de salud de las prepagas líderes se habían incrementado en un 9,5% en agosto y en un porcentaje similar nuevamente en diciembre. En esos dos meses se dieron aumentos a los trabajadores de la actividad, del 18 y del 10%, respectivamente. El acuerdo también prevé un 5,33% desde este mes, completando así una mejora en los ingresos del 33,33 por ciento.
Mientras tanto, sigue abierta hasta el 6 de marzo la inscripción en el registro provisorio de entidades, que debe hacerse ante la Superintendencia, que es la autoridad de control de las prepagas según establece la nueva ley.
Entre otros puntos, la norma también dispone que las empresas no podrán aplicar aumentos por razones de edad a las personas de 65 años y más, cuando tengan al menos 10 años de antigüedad como afiliados.
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