Los disturbios y los muertos que dejó el partido de fútbol en Egipto desencadenaron una crisis política

El primer ministro dijo que es «responsable político» de los hechos, en los que hubo 71 muertos. Pidieron las renuncias del gobernador de la ciudad donde se hizo el encuentro y de la cúpula de la Federación de Fútbol del País. La Unión Europea pidió una investigación «independiente» de los sucedido. Manifestantes tomaron la plaza Tahrir, en El Cairo.

Decretaron tres días de duelo en Egipto por los 71 muertos en un partido.

LA SALVAJE BATALLA ENTRE LOS AFICIONADOS DEL AL MASRY Y LOS DE AL AHLY ESTALLÓ APENAS EL ÁRBITRO DIO POR FINALIZADO EL PARTIDO, QUE ACABÓ CON VICTORIA LOCAL (3-1), CUANDO LOS ULTRAS DEL CLUB LOCAL INVADIERON EL TERRENO DE JUEGO PARA AGREDIR A LOS JUGADORES VISITANTES.

El primer ministro egipcio, Kamal Ganzuri, reconoció este jueves su responsabilidad política por los disturbios producidos el miércoles en la noche un partido de fútbol en Port Said, donde murieron más de 71 personas (el Ministerio de Sanidad de Egipto rebajó de 74 a 71 las víctimas mortales y aún permanecen internadas 318 personas)

«Estoy dispuesto a cumplir con cualquier instrucción que me pida rendir cuentas, porque sé que soy responsable políticamente», dijo Ganzuri en un discurso ante el Parlamento, que celebró una reunión de urgencia para analizar los sucesos.

Asimismo, el funcionario anunció la destitución la dimisión del gobernador de Puerto Said y «del presidente y los miembros del consejo de la Federación de Fútbol», precisando que serán interrogados sobre los acontecimientos del miércoles.

Al Ganzuri también confirmó que el director de la seguridad de Puerto Said, Essam Samak, también había sido destituido de sus funciones y que los otros responsables de la seguridad en la ciudad habían
sido suspendidos.

Entre tanto, la Unión Europea (UE) pidió una «investigación independiente» sobre la masacre. «Espero que una investigación independiente se lleve a cabo» para aclarar cómo sucedieron los hechos, dijo la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton.

En este sentido, los políticos y aficionados del fútbol egipcios habían denunciado la actuación del ejército en el trágico suceso.

Más temprano, grupos de manifestantes cortaron el tráfico de vehículos en la plaza Tahrir de El Cairo y los accesos a la sede de la radiotelevisión egipcia en protesta por la tragedia.

Una fuente de los servicios de seguridad dijo que los manifestantes impidieron el acceso de los vehículos a Tahrir, donde hay cientos de personas acampando desde el 25 de enero para pedir la renuncia de la Junta Militar que gobierna el país.

Decenas de manifestantes se congregaron en la plaza de Talaat Harb, muy próxima a Tahrir, para manifestarse por la masacre.

Mientras, en el cercano edificio del Ministerio del Interior se reforzaron las medidas de seguridad por el temor a que los ultras del club cairota Al Ahly, que fue uno de los implicados en la batalla campal de ayer, y sus eternos rivales del Zamalek se dirijan allí, apuntó la fuente.

La salvaje batalla entre los aficionados del Al Masry y los de Al Ahly estalló apenas el árbitro dio por finalizado el partido, que acabó con victoria local (3-1), cuando los ultras del club local invadieron el terreno de juego para agredir a los jugadores visitantes.

Fuentes: Noticias Argentinas y Reuters.