El superávit fiscal primario sufrió una brusca caída en 2011 pese al fuerte aporte del Banco Central y de la Administración Nacional de la Seguridad Sociales (Anses): el resultado fue de $ 4920,6 millones frente a $ 25.115 millones del año previo.
Pero además, sin estos ingresos extraordinarios, el Estado habría registrado un déficit primario de $ 18.469 millones, según las planillas distribuidas anoche por el Ministerio de Economía, que dirige Hernán Lorenzino. El resultado financiero, en tanto, arrojó un déficit de $ 30.662,9 millones, influido por el pago del cupón ligado al PBI el mes pasado (que en 2010 no se había pagado, ya que en 2009 la economía apenas creció 0,9%, por debajo del nivel necesario para hacer ese pago).
Ayer, el ministro presentó los resultados en una conferencia de prensa, en la que el rol preponderante lo tuvo el vicepresidente Amado Boudou, quien, sin embargo, eludió brindar precisiones. A pocas horas de terminar el ejercicio temporal de la Presidencia, Boudou volvió al Palacio de Hacienda para este encuentro, en el que sólo se permitieron tres preguntas y no hubo posibilidades de hacer consultas sobre el ajuste salarial y de las tarifas de los servicios públicos efectuados por el Gobierno.
De hecho, el ministro criticó el «ajuste» efectuado por gobiernos previos y afirmó que el resultado fiscal «es importante en un mundo con mucha incertidumbre».
Además, Boudou subrayó la política de «desendeudamiento» por la reducción del peso de la deuda sobre el PBI y el «fortalecimiento del mercado interno, con un sistema de cuentas publicas que genera certezas a la población». En cambio, no hubo referencias a la fuerte reducción de subsidios en las tarifas domiciliarias y al transporte, ni al corte al plus a los empleados públicos registrados desde fines de 2011.
Los funcionarios -en una mesa que se completaba con el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y el subsecretario de Presupuesto, Raúl Rigo- tampoco mencionaron el hecho de que en diciembre no hubo pagos adicionales a jubilados ni a los beneficiarios de planes sociales, que en el último mes de 2010 había insumido unos 4000 millones de pesos. Aun sin este «bonus», el último mes de 2011 registró un déficit primario de $ 8112,6 millones, que se podría haber estirado más si no se contabilizaran los $ 4382,6 millones aportados en un 95% por la Anses y el 5% por el BCRA.
En términos financieros, diciembre cerró con un rojo de $ 22.354 millones, frente a $ 4901 millones registrados un año antes.
Tanto Lorenzino como Boudou optaron por subrayar el fuerte aumento de la inversión pública directa, que creció un 40% respecto de 2010.
Pese a que dos veces se les preguntó si el Gobierno estaba pagando vencimientos de la deuda con dólares del Tesoro ante la imposibilidad de integrar el fondo de desendeudamiento con reservas del BCRA, por la desaparición de los pasivos de libre disponibilidad, no hubo respuestas concretas. Boudou optó por recordar que en 2010 la oposición no aprobó el presupuesto 2011 y Lorenzino adjudicó aquella decisión a una cuestión burocrática (ver aparte).
La directora del estudio Bein, Marina Dal Poggetto, afirmó a LA NACION que el déficit de diciembre «fue menor que lo esperado, en parte porque no hubo bonus para jubilados ni planes sociales». La economista afirmó que «el Gobierno ya está intentando recomponer la caja, con el recorte a empleados públicos, la falta de adicionales a los jubilados y el recorte de subsidios a los servicios públicos domiciliarios y el transporte urbano».
Al respecto, consideró que «si los subsidios se mantienen estables y el gasto de capital en un año no electoral no crece mucho, es posible que la suba del gasto se acerque más al 20% que al 32% registrado en 2011».
En cambio, el director de ACM, Maximiliano Castillo, dijo que el resultado fue peor al esperado por el mercado (se preveían $ 12.000 millones) y peor «a la proyección oficial para 2011, que preveía un resultado primario de $ 26.792,1 millones». Por eso, dijo que el superávit previsto para 2012, de $ 51.339 millones, «luce desafiante»..
Fuente: La Nación