Arequipa fue ayer la puerta de entrada al Perú del Dakar 2012. En lengua quechua significa “Para quedarse”, y tiene en el cerro volcán Misti su coloso que resguarda la ciudad con su cresta nevada y escoltado por otros dos volcanes, el Chachani y el Pichu-Pichu. Declarada patrimonio de la humanidad presenta una urbanización de casas bajas y desordenadas en su ubicación, con calles de tierra trazadas al compás de las casas. No hay edificios porque es zona sísmica y propensa a los terremotos.
Sus principales cultivos, pese a ser una zona desértica, son la papa, el maíz, la cebolla, los limones y lo pimientos. Con estos productos la gastronomía es un punto fuerte. También ha desarrollado paseos no tradicionales como el Dowhill Pichu-Pichu, un circuito de descenso en bicicleta que es muy buscado.
El vivac del Dakar estuvo emplazado entre dos cerros de piedra y arena muy fina, que no deja lugar donde ingresar y vuela constantemente. De estos cerros se extrae una piedra blanca llamada sillar, que reemplaza al ladrillo en la construcción.
El barrio más tradicional de Arequipa es San Lázaro, y allí se apostaron los primeros españoles antes de 1540 y muestra antiguas construcciones coloniales de sillar a los lados de estrechas callecitas adornadas con pintorescos maceteros.
Una de las edificaciones tradicionales es la Casa del Moral, llamada así por un árbol de mora que está en su interior desde la misma fecha de construcción: 1733. Por allí pasaron nobles, alcaldes, familias adineradas y hasta el cónsul de Inglaterra.
Fuente: La Voz