PESHAWAR.- Por lo menos 35 personas murieron y 69 resultaron heridas ayer, en un atentado en un mercado de una ciudad del noroeste de Pakistán, bastión de los rebeldes talibanes, en lo que constituye el ataque más mortífero en cuatro meses. El balance de víctimas podría aumentar, ya que 11 lesionados están en estado crítico.
La explosión, que todavía no fue reivindicada por ningún grupo, tuvo lugar en Yamrud, una de las principales ciudades del distrito tribal de Jyber, en la frontera con Afganistán. La explosión abrió un inmenso cráter, que quedó cubierto de charcos de sangre.
«Estaba lavando mi coche en el momento de la explosión, que me empujó al menos tres metros atrás. Me vi en el suelo cubierto de trozos de carne humana», relató Zulfiqar Khan, chofer de una combi de 26 años. El jefe de la administración local, Mutahir Zeb, señaló que la bomba estaba dentro de un pequeño vehículo de carga (habría sido detonada a distancia, no con un atacante suicida). El objetivo más probable del ataque terrorista eran los miembros de una milicia tribal enemiga de los talibanes, que los combate en el territorio ensangrentado.
En el distrito de Jyber están activos varios movimientos rebeldes, con distinto grado de vinculación a los talibanes, que denuncian la alianza antiterrorista del Gobierno paquistaní con el de Estados Unidos. La relativa pausa en los atentados masivos desde septiembre de 2011 había alimentado rumores de negociaciones entre las autoridades y los fanáticos religiosos, desmentidas por este sector.
En la región también existen varios grupos mafiosos, y es uno de los lugares de paso de las caravanas de aprovisionamiento de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, un tráfico bloqueado desde hace más de un mes por Pakistán en represalia por un ataque de la OTAN que mató a 24 soldados de su país a fines de noviembre.
Numerosos atentados fueron reivindicados por el Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP), que juró lealtad a Al Qaeda y decretó la guerra santa contra Islamabad en 2007 por su apoyo a Washington. Desde entonces, más de 4.700 personas murieron en todo el país en más de 500 atentados.
Fuente: LA Gaceta -AFP-Télam