Por Cristina recuperará PRO el vestidor de Evita

El título de Monumento Histórico Nacional que Cristina de Kirchner le dio por decreto, en septiembre pasado, a la Legislatura porteña, inspira por estos días a las nuevas autoridades de esa casa. No es cuestión de desmerecer honores, consideraron, y la gestión a cargo del peronista PRO Cristian Ritondo se entregó al minucioso emprendimiento de acicalar los interiores más preciados del Palacio, tal vez el más bello de la Ciudad de Buenos Aires.

Con la inspiración francesa que dominó buena parte de la arquitectura porteña, la sede de Perú 130 fue dotada de los más valiosos materiales y abundantes ornamentaciones. Salones tan majestuosos que han servido de recepciones a visitantes extranjeros, como los reyes de España, que fueron homenajeados en la noche del 27 de noviembre de 1979, con un souvenir casi irónico si del ex Honorable Concejo Deliberante se trata. Fue cuando allí, a la reina Sofía le robaron su capa rosa de seda natural. Esa pérdida resultó tan escandalosa como muchas normas de excepción que hicieron historia entre los ediles. Pero aquel robo tocó las puertas de la Corte Suprema, aunque al día siguiente la confesión de una dama sobre la autoría de la sustracción cerró el pleito.

Puesta en valor

Ahora, el regalo de Cristina de Kirchner para los 80 años del Palacio demandará obras para poner en valor detalles del edificio que la torpeza y el olvido descuidaron. Por ejemplo, contó Ritondo, casi artesanalmente se descubrirán muros de piedra París que fueron erróneamente pintados. «Tiene que quedar como era, como un museo», se convence de su empeño el titular de la Legislatura, que busca además revalorizar una pieza cara para el peronismo: el vestidor de Eva Perón. La exprimera dama atendía sus asuntos principalmente en lo que hoy es el salón que lleva su nombre.

Ese despacho se ubica detrás del recinto de sesiones y desde allí se accede a la tarima donde se sientan las autoridades de la casa. Está entre la presidencia y la vice, recubierto completamente de roble de Eslavonia lustrado a cera, lo mismo que las puertas, idénticas, entre otros detalles. Es que además, el arquitecto Héctor Ayerza, que llevó a cabo las obras, se empeñaba en mantener la simetría al punto que, al no poder lograrla, la simulaba con espejos, como sucede en algunos rincones de la Legislatura. Hay dos cristales que guardan esa regla en los laterales del Salón Eva Perón.

Sólo una pequeña muestra de lo que alberga el Palacio está en esa oficina, como un reloj de la casa Heriot de Londres, realizado especialmente para esa sala.

María Eva Duarte de Perón se estableció allí en 1947 hasta poco antes de morir, en 1952, para desarrollar su labor de asistencia social con la Fundación Eva Perón. Se conserva su escritorio con marquetería de bronce cincelado, y un sillón de madera dorada a la hoja, pero el vestidor quedó en el olvido. Ese lugar está al lado de otro de los sitios donde trabajaba la esposa de Perón: el pomposo Salón Dorado, que contaba con un Salón Íntimo y un pequeño Salón Comedor, baños, tocador y guardarropas con pisos y paredes revestidos de mármol. Una placa, que se colocó en 2005, recuerda que ése era «el vestidor de Eva Perón». La habitación de unos 60 metros cuadrados quedó como depósito, pero ahora se recuperará como pieza histórica.

Mudanza

La remodelación que se encara ahora completaría la refacción total que se realizó hace diez años, cuando, el ex Honorable Concejo estrenaba estatus de Legislatura. Por entonces, los concejales, convertidos en diputados, debieron mudar todos sus despachos a la sede del Centro Cultural San Martín, mientras se realizaron las obras.

No se sabe cuándo, pero en algunas de las intervenciones se evaporaron pisos de roble y también de mármol, falta que disimulan alfombrados modernos y que también serán quitados para restablecer el material original.

Finalmente, Ritondo buscará recuperar algo de la inversión en esas obras con ahorro energético. El legislador anticipó que «comenzaremos por los baños, reemplazando las luminarias por luces de led, que consumen menos y son más ecológicas».

Fuente: http://ambito.com/diario/