Se trata de los subcomisarios Claudio Arnouk, los principales Jorde Alday y Ariel Pantolone, el inspector Diego Palacios, y el subteniente Guillermo Aranda. Están acusados por el crimen de Andrés Osvaldo Lezcano, un supuesto «buche» asesinado de cuatro disparos.
Un jefe policial y cuatro subalternos de la Bonaerense fueron detenidos en las últimas horas en el marco de una causa que investiga el homicidio de un delincuente ocurrido hace un año en Valeria del Mar, informaron fuentes policiales a Online-911.
Se trata del subcomisario Claudio Arnouk, jefe de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Miguel, los principales Jorde Alday y Ariel Pantolone, el inspector Diego Palacios, y el subteniente Guillermo Aranda, quienes fueron apresados en sus distintos destinos y automáticamente desafectados del servicio.
Según informó el ministro de Justicia y Seguridad Ricardo Casal, cuatro grupos de Asuntos Internos del Ministerio procedieron a la detención de los efectivos policiales en distintos operativos realizados hoy a las 8 de la mañana.
Arnouk está acusado de haber disparado contra Andrés Osvaldo Lezcano, un conocido delincuente de 38 años que supuestamente oficiaba como «buche» de la brigada.
El caso ocurrió el 2 de enero pasado frente a una casa de la calle Espora 1405. Según el reporte policial, una comitiva policial estaba recorriendo la zona cuando advirtió el robo y solicitó colaboración por radio.
De acuerdo con los datos que obran en la causa, el subcomisario estaba en la zona -en aquel entonces era jefe de la Sub DDI de Villa Gesell-, se ubicó en un lugar estratégico hasta que divisó la salida del supuesto delincuente y le dio la voz de alto. Según su versión, Lezcano levantó su arma con clara intención de agredirlos.
Lo cierto es que el supuesto ladrón recibió cuatro disparos (uno en el abdomen, dos en el pecho y el cuarto en la ingle) y murió prácticamente en el acto. En la investigación se pudo determinar que la víctima era informante de la misma brigada que estuvo involucrada en el homicidio.
Según fuentes de la investigación, la sospecha es que la muerte de Lezcano fue premeditada y que se trató de un robo armado por los efectivos policiales para quienes la víctima “trabajaba”.
Fuente: Online-911