Los efectivos policiales que estaban de custodia en la chacra del fallecido gobernador rionegrino Carlos Soria, no escucharon a su esposa, Susana Freydoz, decir «no lo quise matar», según trascendió hoy en fuentes judiciales tras la declaración testimonial de los uniformados ante el fiscal de la causa, Miguel Fernández Jahde.
También se supo que, según los testimonios recogidos hoy, ninguno de los dos policías que permanecían en la puerta de la casa de campo ingresó al dormitorio en donde ocurrió la muerte de Soria.
Alberto Ricchieri, abogado defensor de Freydoz, única imputada en el caso, dijo además a la prensa que «los custodios estaban a unos 100 metros de la casa, sólo escucharon los gritos y el pedido de auxilio de los familiares».
El letrado añadió que las declaraciones testimoniales continuarán mañana, con la convocatoria a Martín Soria, intendente de General Roca e hijo mayor del ex gobernador; y a María Emilia Soria, quienes estaban en otra habitación de la casa cuando se produjo el hecho.
La viuda del mandatario provincial, en tanto, sigue bajo atención médica, en el domicilio de un familiar en la ciudad de Allen.
Fuente: Diario Hoy