Basile, la fuerza del cariño para Racing

El Coco sueña con la vuelta a la Academia y su representante se reunirá hoy con los dirigentes; Ubeda podría sumarse al cuerpo técnico; también Pekerman y Ardiles, los otros candidatos

En tiempos en los que muchos le dieron la espalda con despedidas que supieron a hiel, Racing B>precisa un gesto pacificador, casi paternal, de mutua aceptación. El recurso a mano en su agenda fue el hombre del vozarrón, Alfio Basile, que supo desvivirse por la Academia en los tiempos de desdicha. El mismo que, incluso a la distancia, celebró los logros ajenos como si fueran propios, siempre que de la querida Academia se tratara. Impostergable. Alguna vez Coco dijo que en la Argentina, en medio de una carrera que conoció picos emocionales, sólo lo entusiasmarían los eventuales regresos a Boca o a Racing. Y ahí, precisamente, a la febril Avellaneda, parecen encaminarse los días de Basile.

Lo reconocen sus allegados y él mismo da el visto bueno con su proceder: Basile desea el acuerdo con Racing. Por ejemplo, suspendió sus vacaciones y puso en alerta a sus colaboradores. Por caso, su representante, Norberto Recassens, volverá hoy mismo de Punta del Este para reunirse con el flamante presidente de la Academia, Gastón Cogorno, y con el vicepresidente Rodolfo Molina, que mantiene la voz de mando. Se intuye que, de acuerdo con ciertas pautas, el contrato no será un inconveniente por el cariño que siente el técnico por el club y por las ganas de volver a dirigir, tras el alejamiento de Boca, en el verano de 2010. En mayo estuvo a punto de hacerse cargo de un equipo de Dubai, pero la distancia y lo exótico de los Emiratos Árabes lo echaron atrás.

«Hablé hoy (por ayer) con Coco. Todavía no lo había llamado nadie de Racing. Vamos a ver cómo sigue el tema», afirmó el preparador físico Carlos Dibos, uno de los laderos del ex director técnico del seleccionado argentino. Ya entrada la noche, el mismo Recassens confirmó una comunicación con Molina y la reunión para hoy. «Él tiene muchas ganas. Conversaremos sobre los términos del contrato», admitió el manager.

La conformación del cuerpo técnico será uno de los temas trascendentales para el acuerdo. Basile, de 68 años, ya no tiene entre sus hombres de confianza a Jorge Ribolzi, que asumió la secretaría técnica de Boca, y los dirigentes de la Academia buscan, por una cuestión generacional, un hombre de edad más cercana al plantel. Los nombres que primero surgieron fueron los de Claudio Úbeda -con más posibilidades-, Facundo Sava y José Manuel Chatruc. Se descuenta, por supuesto, la presencia de otro de los fieles ayudantes de Coco, el Panadero Rubén Díaz.

Nunca se cortaron los lazos. A los hinchas de la Academia poco le importaron los pasos de Basile por otros equipos poderosos, como San Lorenzo y Boca, con el que ganó cinco títulos en su primera etapa como DT. Fueron más fuertes los recuerdos del ascenso con la Academia, en 1985; la conquista en la Supercopa, en 1988, y aquellos momentos de fútbol de alto vuelo. La pura nostalgia envuelve el aura de Coco por Mozart y Cuyo, esquina de la pasión celeste y blanca. No se reencuentran desde 1997. Y ya es mucho.

Son tiempos en los que Racing está reacomodándose. A la vez, empieza a involucrarse en las decisiones el flamante coordinador del fútbol, Roberto Ayala, que reconoció el contacto con Basile, pero que también dejó abierta la posibilidad para otros candidatos. «Él tiene las mismas posibilidades que todos. Hasta que no definamos el perfil, no lo decidiremos. Está en la lista, está disponible y es un hombre de la casa y con mucha experiencia. Pero lo primero que vamos a ver con Gastón (Cogorno) es el perfil de técnico que queremos», afirmó el ex zaguero.

¿Hay otros nombres? Claro que sí. José Pekerman es una vieja debilidad, aunque rechazó todas las ofertas que le llegaron del fútbol argentino desde su última experiencia, en Tigres, de México, en mayo de 2009. Y también se mencionó un posible contacto con Osvaldo Ardiles, que pasó por Racing entre 2002 y 2003.

Racing busca el abrazo de Basile. Es como sentirse querido otra vez. Se vuelve un mutuo sentimiento. De ellos dependerán el abrazo, el brindis y la risa.

Fuente: Cancha Llena