La tragedia se desencadenó a raíz de una pelea por el aguinaldo. Ambos comenzaron a insultarse y uno de ellos atacó a su compañero y lo mató de 12 puñaladas en el abdomen. Luego se ahorcó en el baño con un trozo de tela.
Dos hombres aparecieron muertos dentro de un taller textil del barrio porteño de Monte Castro. Eran compañeros de trabajo. Uno de ellos fue hallado con 12 puñaladas y el otro ahorcado en el baño con una tela. Para los investigadores el caso estaría resuelto: habría sido un homicidio seguido de suicidio.
Martina Mieles, esposa del encargado del edificio de Segurola al 1757 –entre Miranda y Elpidio González– en cuyo subsuelo funciona el negocio, señaló a Tiempo Argentino que “hoy (por ayer) a la mañana llegaron los cuatro como siempre, después Mario –el dueño del taller– se fue con el otro empleado al negocio, que tiene en la calle Avellaneda”.
Al mediodía, los vecinos del local escucharon una fuerte discusión entre Eduardo, de 53 años, y Juan, de 45. Según comentaron, la disputa fue elevándose de tono durante diez minutos. Después, sólo se oyó silencio.
Al advertir que algo grave había ocurrido, uno de los comerciantes de la cuadra se comunicó telefónicamente con el dueño del taller quien “llamó varias veces, pero como no le contestaban volvió y se encontró con la puerta cerrada. Llamó al portero y al herrero del edificio”, agregó Mieles quien detalló que pudieron abrir la puerta con una amoladora.
Cuando el dueño entró se topó con los cuerpos de sus empleados. “Vi al portero de la mañana que iba de un lado para el otro y me dice que baje a verlo a Mario. Cuando bajo me mira y me dice: ‘Lo mató, lo mató’, me lleva a ver el cuerpo de Eduardo, que estaba tirado cerca de una de las mesas de corte, después vi al otro –Juan–, que estaba colgado en el baño.”
“Eduardo –continuó la mujer– tenía mucha sangre, lo toque para ver si tenía pulso, al otro apenas lo miré… creo que se ahorcó con un pedazo de tela.” La víctima presentaba varias puñaladas, principalmente en uno de sus brazos y en el abdomen. El hombre fue hallado boca arriba, en medio de un charco de sangre.
Los investigadores señalaron que el supuesto asesino se mató colgándose con una tela envuelta a su cuello y atada en uno de los vértices de la puerta del baño.
Una fuente policial explicó a Tiempo que la pelea entre los dos empleados “se originó por una disputa por los aguinaldos”.
Hernán, un vecino del edificio, explicó que según un testigo de la causa “el asesino tenía problemas psiquiátricos pero no se quería hacer tratar”. Además, los investigadores también están analizando si el supuesto asesino había amenazado de muerte a sus dos compañeros de trabajo y a su jefe. “Un día de estos mato a alguno”, habría dicho antes de la tragedia.
Sin embargo, el otro empleado del taller textil, compañero de los dos muertos, que había ido con el dueño al otro negocio, desestimó esta versión. “Juan era una persona muy tranquila y muy callada”, comentó.
Eduardo y Juan eran dos de los tres empleados que tenía el taller. El primero hacía 30 años que trabajaba en el taller, tenía cuatro hijos, un nieto y estaba separado. El supuesto agresor era soltero y había ingresado hacía 12 años.
Al cierre de esta edición, los investigadores no descartaban ninguna hipótesis hasta que no se confirmaran los resultados de los peritajes de los forenses. Además, trascendió que intentaban determinar si alguna otra persona ajena al taller tenía las llaves del lugar.
En la investigación del caso intervienen los agentes de la Comisaría 43ª y la fiscalía y el juzgado en turno de Capital Federal. <
Fuente: Télam