Damanhur, Egipto, (PL) El pulso entre los dos principales partidos islamistas dominó hoy la segunda fase de las elecciones parlamentarias egipcias, sin que un incidente armado impidiera que predominara el optimismo de los votantes en el cambio.
Una abrumadora mayoría de residentes en esta localidad, cabecera de la provincia norteña de El-Beheira, confirmó a Prensa Latina su inclinación por el Partido Libertad y Justicia (PLJ), que al parecer mantuvo la holgada ventaja respecto a la formación El-Nour.
Las dos formaciones son las que más posibilidades tienen de ganar la mayor parte de los 180 asientos de la Asamblea del Pueblo (de 498), por los que votaron unos 18,8 millones de egipcios en esta etapa.
El tono discordante la aportaron electores como Amir Nesmy, dueño de tienda de artículos eléctricos en Damanhur, que votó por los liberales y defendió el desarrollo de Egipto libre de ataduras religiosas, «ni el influyente islamismo ni el minoritario cristianismo».
«Los partidos islámicos tienen muchos programas, pero antes no podían ejecutarlo públicamente. Ahora la gente quiere que lo pongan en práctica, y si no hacen nada, volveremos a (la plaza) Tahrir», acotó por su lado la directora de televisión Nadia Nasser El-Din.
Nasser El-Din, la única mujer que este reportero pudo ver sin velo en más de nueve horas de recorrido por el conservador Damanhur, lamentó que el predominio islamista le haya obligado a desistir de postularse para diputada, pero reconoció que el PLJ y El-Nour son favoritos.
En su opinión, la falta de cultura democrática, la precaria educación en Egipto y, sobre todo, en zonas rurales como El-Beheira, y la escasez de dinero han frustrado las posibilidades de éxito de los liberales y los jóvenes revolucionarios que derrocaron a Hosni Mubarak.
Jóvenes como Muassim y Mustafa, ambos islamistas acérrimos, y Ahmed, partidario de un triunfo de partidos laicos, obviaron sus diferencias al afirmar que en las revueltas contra Mubarak fueron protagonistas cristianos, musulmanes, mujeres, jóvenes, adultos, pobres y ricos.
Tal heterogeneidad social es la que capitaliza con loable éxito el PLJ, brazo político de la Hermandad Musulmana (HM), que inundó las listas cerradas de partidos y las de candidaturas individuales en esta demarcación y en las ocho restantes con islamistas y cristianos.
En entrevista concedida a Prensa Latina en una de las calles de Damanhur, el presidente del PLJ en la provincia de El-Beheira, Osama Suleimán, expuso el programa de justicia social, combate a la pobreza, generación de empleos y construcción de infraestructuras.
Remarcó que los más de 83 años de existencia de la HM, pese a estar ilegalizada en Egipto durante décadas, le permiten ahora estructurar programas en distintas etapas y con un cronograma escalonado que priorizará el fortalecimiento del país y luego su proyección exterior.
En la misma línea que el ingeniero Suleimán se pronunció el médico Ahmed Saad, quien esbozó la agenda social y humana de su partido, y subrayó que la prioridad es fortalecerse para tratar «de igual a igual» con Israel, con el que revisarían los precios de venta de gas.
Un tiroteo en un colegio electoral de Giza, el secuestro temporal de un juez de mesa por votantes mujeres que denunciaron fraude, y otro incidente armado con cinco heridos en el poblado de Tama, en la provincia de Sohag, fueron los hechos que quitaron lustre a la jornada.