Con un discurso conmovedor, el presidente estadounidense, Barack Obama, marcó el fin de la guerra de Iraq y dio la bienvenida a los soldados que retornaron de su misión en el país del Golfo. “Como su comandante en jefe, y en nombre de una nación agradecida, estoy orgulloso de decir por fin estas palabras: Bienvenidos a casa. Sé que sus familias están de acuerdo”.
Así lo expresó Obama a cientos de soldados reunidos ayer en Fort Bragg, en el estado de Carolina del Norte. “Es un momento histórico para nuestro país y nuestro Ejército”, dijo Obama, quien elogió los sacrificios militares desde marzo de 2003 cuando comenzó la invasión a Iraq liderada por EE.UU.
“Hay algo muy profundo en el final de una guerra que ha durado tanto tiempo”, dijo en su emotivo discurso alabando las acciones de soldados. El resto del contingente regresará de Iraq el 31 de diciembre.
Los militares estadounidenses han pasado los últimos meses cerrando sus bases y transfiriendo el control a los iraquíes.
“Los últimos soldados estadounidenses se moverán hacia el sur por las arenas del desierto, y luego cruzarán la frontera de Iraq con la cabeza bien alta”, subrayó el Presidente.
Sin embargo, la violencia continúa en Iraq. La explosión de dos coches bomba el martes dejó al menos dos muertos. Atentados similares mataron a 187 personas en noviembre, según el Gobierno iraquí.
La administración Obama ha reconocido que esa violencia va a continuar, pero igualmente remarca los progresos que se registraron en el último tiempo. Obama habló del largo y sinuoso camino de la guerra, teniendo en cuenta que muchos de los soldados que fueron a Iraq eran muy jóvenes y él un desconocido senador estatal de Illinois. Se refirió también a las batallas en las ciudades de Faluya y a la violencia sectaria que desgarró al país y recordó a los más de 4 500 soldados que perdieron la vida.
Decenas de miles de civiles iraquíes muertos, al igual que miles de soldados de la coalición, en 8 años de una guerra que consumió además miles de millones de dólares: el coste del conflicto ha sido astronómico.
El costo económico
Desde la invasión estadounidense del país en marzo de 2003, al menos 126 000 civiles iraquíes murieron debido al conflicto, según Neta Crawford, profesora en la Universidad de Boston. A ello hay que añadirle 20 000 soldados y policías iraquíes y más de 19 000 insurgentes. Según la organización británica IraqBodyCount.org, las pérdidas civiles se cifrarían en entre 104 035 y 113 680.
Del lado de la coalición, Estados Unidos perdió 4 408 efectivos, 3 480 en combate. Cerca de 32 000 militares resultaron heridos, según las cifras del Pentágono. El Reino Unido perdió 179 soldados.
Alrededor de 1,75 millones de iraquíes están refugiados en países vecinos o se han visto forzados a desplazarse en su país, según la ONU.
Los soldados desplegados
Al inicio de la operación “Iraqi Freedom” (Libertad Iraquí), había desplegado 150 000 soldados estadounidenses en el país, más 120 000 que apoyaban la operación desde el exterior. También participaron en la invasión más de 40 000 soldados británicos.
El número de efectivos fue cayendo regularmente y se situó en 165 000 a finales de 2006, antes de que Washington decidiera enviar 30 000 hombres de refuerzo para tratar de frenar la explosión de violencia.
En septiembre de 2010, la operación llega a su fin, pero 50 000 soldados estadounidenses permanecen en el país para ayudar a la formación del Ejército iraquí. Está previsto que dejen el país a fin de mes.
El costo financiero
El Pentágono ha destinado cerca de 770 000 millones de dólares desde 2003 en las operaciones en Iraq. A ello hay que sumarle la parte indeterminada del presupuesto del Pentágono que también ha servido para financiar la guerra.
Hay que agregarle además el coste de la ayuda estadounidense a Iraq, de ocuparse de los heridos, de los veteranos.
Sobre los veteranos, los costes netos resultantes de la operación iraquí son difícilmente separables de los de las operaciones en Afganistán.
En total suman alrededor de 1,25 millones de veteranos. De hecho, las estadísticas publicadas por el Gobierno estadounidense no hacen distinción entre los dos.
A finales de 2010, Estados Unidos ya había gastado cerca de 32 000 millones de dólares en atención médica a los heridos, pensiones por validez, que para los veteranos son vitalicias.
Los costes futuros son exponenciales. Linda Bilmes, profesora en la Universidad de Harvard, cree que los costes médicos y de pensiones entre ahora y 2055 para los veteranos serán de entre 346 000 y 469 000 millones de dólares.
‘La guerra de Bush’
Obama debe su presidencia en parte a su oposición a la guerra de Iraq, que fue tremendamente impopular durante los dos mandatos del presidente George W. Bush, cuyas afirmaciones de que el líder iraquí Sadam Hussein ocultaba armas de destrucción masiva y apoyaba a Al Qaeda resultaron ser falsas. Ya en el poder, Obama actuó rápido para disminuir la presencia militar en lo que sus asesores llamaron “la guerra de Bush” y centrarse más en Afganistán y su vecino Pakistán, que ha calificado del terreno de batalla olvidado en la guerra contra Al Qaeda.
126 000 civiles iraquíes murieron debido al conflicto, según la investigación de Neta Crawford.
elcomercio.com