Dilma y Cristina, dos chicas audaces

Las presidentas de Argentina y Brasil se encontraron en Venezuela, al mismo tiempo en que la prensa brasileña daba a conocer una foto de su mandataria, a los 19 años, declarando ante un tribunal militar.
El semanario Época publicó en la edición de esta semana una imágen de la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, cuando tenía 22 años, en la sede de la Auditoría Militar de Río de Janeiro.

Se trata de una foto sacada cuando estuvo presa en noviembre de 1970, después de 22 días de tortura, acusada de pertenecer a una agrupación guerrillera, durante la dictadura militar.

La foto está en el libro La vida es valiente (Editorial Primera Persona), del periodista Ricardo Amaral, que saldrá a la venta en la primera quincena de diciembre, y narra la trayectoria de Dilma Rousseff en la guerrilla de Planalto.

Cristina también tiene una foto famosa de su juventud: a los 22 años, militando en la Facultad de Derecho de La Plata, en donde conoció a Néstor Kirchner.

La imagen apareció pocos días después de que el gobierno de Brasil creara una Comisión de la Verdad para investigar los crímenes del régimen militar. En la foto, se ve a una joven Rousseff respondiendo a un interrogatorio en la sede de la Auditoría Militar de Río de Janeiro.
Entre otros episodios, Amaral, ex asesor de Rousseff en la Casa Civil y en su campaña presidencial, relata la detención de la mandataria en 1970 por su militancia en el grupo de resistencia Vanguardia Armada Revolucionaria-Palmares.

Durante el régimen militar en Brasil, Rousseff pasó casi tres años en la cárcel. La imagen que se conoció ayer, rescatada del archivo de la Justicia Militar, fue tomada luego de que la trasladaran de una unidad penitenciaria en San Pablo a un tribunal militar en Río de Janeiro.

En los últimos días ambas se reunieron en Venezuela y acordaron trabajar juntas, lo que, a simple vista de sus historias personales, va más allá de que sus países trabajen juntos: las afinidades de militancia juvenil las une, en una época que les juega a favor, por lo menos, en Latinoamérica.
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