Luís Urzúa, el jefe de turno de la mina San José que estuvo atrapado 70 días a más de 600 metros de profundidad junto con otros 32 trabajadores, dijo hoy (13/10) que la garra y la fuerza fue lo que los llevó a sobrepasar los primeros días, mientras esperaban la sonda que los pudiera ubicar. Peor también deslizó una leve crítica: “espero que esto nunca más vuelva a ocurrir”.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Luís Urzúa, el jefe de turno de la mina San José que estuvo atrapado 70 días a más de 600 metros de profundidad junto con otros 32 trabajadores, dijo hoy (13/10) que la garra y la fuerza fue lo que los llevó a sobrepasar los primeros días, mientras esperaban la sonda que los pudiera ubicar. Peor también deslizó una leve crítica: “espero que esto nunca más vuelva a ocurrir”.
«Los primeros días después del derrumbe fue algo inexplicable», dijo Urzúa en diálogo con el presidente Sebastián Piñera, tras subir a la superficie a las 21.55.
El minero, un experto trabajador, dijo que «tuvimos una fuerza y una garra como pocos y durante los 70 días aprendimos a conocernos entre todos».
Oriundo de Vallenar, y de profesión topógrafo, hace 31 años trabaja como minero pero hacía dos meses que estaba en la mina San José, donde quedó atrapado el 5 de agosto.
Al emerger a la superficie, se arrojaron globos, se escucharon sirenas y volaron papeles en una clima de felicidad y emoción al comprobar que todos los mineros estaban a salvo luego de haber creído su muerte a principios de agosto.
«En los momentos más difíciles supimos manejar la situación y no desesperarnos», dijo Urzúa ya que «escuchábamos las sondas y las perforaciones que hacían para rescatarnos».
El minero remarcó, además, que «al momento del derrumbe, el polvo de la tierra no nos dejaba ver nada, quisimos buscar los medios para poder salir pero no encontramos los caminos».
«Los primeros 17 días hubo que racionar la comida y hubo compañeros que comían cada 48 horas para guardar su ración», contó y recordó que cuando la sonda llegó al refugio «todos se abrazaron al martillo y pusieron muchos mensajes».
La sonda ubicó a los mineros el 22 de agosto y al llegar a la superficie trajo un mensaje clave: «Estamos bien en el refugio los 33».
«Luís Urzúa es ciento por ciento profesional y como tal se ha desempeñado todo este tiempo» dijo a Télam Gladys Orellana, prima hermana del minero.
Los mineros «respetan mucho la jerarquía, pero en este caso, mi primo se ganó ese respeto. Todo el tiempo estuvo relajado, tranquilo. Es un hombre maravilloso, amable, adorable y disciplinado», dijo orgullosa la mujer.
«Estábamos contentos y con la suficiente fortaleza para trabajar, sabíamos que algún día íbamos a volver a casa», dijo el minero, quien al salir le entregó el turno al Presidente, «como un verdadero profesional», opinó Orellana.
La mujer aclaró que Luís Urzúa, «de 54 años es hijo de Nelly Iribarren, y no pertenece a una familia de mineros, ni fue hijo de un desaparecido e hijastro de una víctima de la «Caravana de la muerte», durante la dictadura de Augusto Pinochet, tal como trascendió en distintos medios nacionales e internacionales.
Fuente: URGENTE24