Las presidentes de la Argentina, Cristina Kirchner, y de Brasil, Dilma Rousseff, acordaron hoy establecer un Sistema de Integración Productiva (SIP) entre ambas naciones, anunciaron hoy los ministros de Relaciones Exteriores y de Industria, Héctor Timerman y Débora Giorgi, respectivamente.
Ambas mandatarias lo resolvieron durante un encuentro bilateral que mantuvieron en el hotel Euro Building, de esta capital, en donde se encuentran para participar de la creación de la Cumbre de Estados de América Latina y el caribe (Celac).
A la salida, la mandataria argentina aseguró que ambos países tienen «una visión en común de lo que está pasando en el mundo» y de «las acciones» que las dos deben implementar para que «no se vea entorpecido el proceso de inclusión social» en la región.
En declaraciones a la prensa tras el encuentro con su par brasileña Dilma Rousseff, Cristina Kirchner aseguró que los gobiernos de la región «deben adoptar todas aquellas políticas que ayuden a la integración productiva de todos los países de la región para seguir creciendo».
La delegación argentina la integran también secretario de Comercio y Relaciones Internacionales de la Cancillería y embajador ya designado en Brasilia, Luis María Kreckler; y los gobernadores de Tucumán y San Juan, José Alperovich y José Luis Gioja, respectivamente.
Según señalaron fuentes de la delegación argentina, durante el encuentro las presidentes repasaron la agenda bilateral y buscarán «profundizar» la «relación estratégica» entre ambos países.
«Tenemos todavía que hacer un poquito de peleíta en las compras gubernamentales en Brasil y que nos dejen entrar a las empresas constructoras como ingresan las constructoras brasileñas aquí», había precisado la Presidente antes de iniciar el encuentro con Rousseff.
Posteriormente, la jefa de Estado asistirá a la primera cumbre de la CELAC, el flamante bloque de países latinoamericanos y caribeños que tendrá como objetivo la resolución de conflictos regionales.
La CELAC surge de la unificación del Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe, con la intención de rebajar el peso regional de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuestionada por varios presidentes, como Chávez, el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa.
Sucede que, a diferencia de la OEA, la CELAC deja afuera a los Estados Unidos y a Canadá, naciones influyentes en el bloque que conduce José Miguel Insulza.
En ese sentido, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo que la OEA «ha cumplido» su función histórica y ahora es el tiempo de la CELAC, sin la tutela de potencias externas.
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