El ministro de Economía y vicepresidente electo, Amado Boudou, y el vicepresidente saliente, Julio Cobos, protagonizaron ayer un fuerte contrapunto en torno a la ceremonia de asunción de la presidenta Cristina Kirchner y una serie de nombramientos en la planta permanente del Senado.
Boudou afirmó que no quiere «ni tenerlo cerca» a Cobos el 10 de diciembre, cuando junto con la Presidenta presten juramento y le reprochó al mendocino que haya creado una treintena de cargos jerárquicos en la Cámara alta a días de dejar el puesto.
«Me gustaría no tener nada que ver con Cobos, ni tenerlo cerca, con todo lo que ha hecho y todo lo que está haciendo en los últimos días», señaló el ministro de Economía, en declaraciones radiales.
Se trata de la primera manifestación pública del oficialismo en torno a la presencia o ausencia de Cobos en la ceremonia de asunción en la cual, de acuerdo al artículo 93 de la Constitución, el presidente del Senado debe tomarles juramento a la jefa de Estado y a su vice.
LA RESPUESTA DE COBOS
Mediante un comunicado, Cobos respondió: «El Ministro debe comprender que ejerzo la función de vicepresidente hasta el último día de mi mandato y si hay alguna acción que no comparta, podrá cambiarla y darle su impronta después del 10 de diciembre».
De todas maneras, en el entorno del vicepresidente señalaron que esto no significa que Cobos haya decidido presidir la ceremonia de asunción y que, por el contrario, mantiene la postura que dio a conocer días atrás, cuando aseguró que no estará el 10 de diciembre si se lo requiere el Gobierno.
Fuentes parlamentarias indicaron que las declaraciones de Boudou cayeron mal debido a que «embarran» las gestiones que estarían realizando el secretario parlamentario, Juan Estrada, y un reducido grupo de senadores oficialistas para acercar posiciones entre el Gobierno y Cobos.
De hecho, estaría tomada la decisión de comunicarle al radical que se ausente de la ceremonia y que el nuevo presidente provisional del Senado -sería la tucumana Beatriz Rojkes de Alperovich- le tome juramento al binomio presidencial.
En este sentido, el objetivo es que la posible ausencia de Cobos en la asunción de la Presidenta se resuelva mediante un acuerdo entre las partes que deje en claro que la decisión se toma para evitar cualquier hecho que pudiera empañar la ceremonia.
CUESTIONAN DESIGNACIONES
Por otra parte, Boudou cuestionó al titular al vicepresidente saliente por haber realizado en los últimos días «designaciones y cambios en la estructura del Senado», aunque reconoció: «No entiendo nada del tema de protocolo».
«¿Se acuerda cuando se iban los norteamericanos de Saigón en las películas? Bueno, parece que el señor Cobos está haciendo algo parecido», señaló Boudou, en referencia al nombramiento de un grupo de empleados del Senado en la planta permanente.
Cobos le respondió que «dramatiza y teatraliza situaciones que nada tienen que ver con la realidad» y aseguró que «las puertas del Senado están abiertas para que los funcionarios que designe el vicepresidente electo, sean debidamente informados sobre las medidas tomadas y comprueben que las mismas, lejos están de entorpecer su futura gestión».
Además, subrayó que «probablemente Amado Boudou desconoce que todas las medidas adoptadas, en lo que a recursos humanos se refiere, fueron consensuadas por un lado, con los presidentes de los bloques de las distintas fuerzas políticas».
En este sentido, agregó que esas designaciones también fueron «consensuadas» con «los gremios que representan a los trabajadores en la Cámara alta, según correspondiera en cada caso».
Cobos creó recientemente 29 cargos jerárquicos con los que amplió la estructura de áreas como Informática, Administración, Contaduría, Tesorería y Relaciones Institucionales.
Los nombramientos tienen lugar en momentos en que muchos de los empleados del Senado que no forman parte de la planta permanente y la Asociación de Personal Legislativo (APL) se muestran intranquilos ante el desembarco de Boudou.
Esto se debe a que circularon por los pasillos de la Cámara alta fuertes rumores acerca de que el vicepresidente electo tendría pensado ocupar con gente propia más un centenar de cargos.
Fuente: El Intransigente