EL RECUERDO A FREDDIE MERCURY A 20 AÑOS DE SU MUERTE


El reconocido cantante falleció a los 45 años. Fue uno de los grandes íconos de la música.
Freddy Mercuri murió el 24 de noviembre de 1991 moría en su casa, un día después de confesar que tenía sida.

«Freddie falleció pacíficamente esta noche en su casa de Kensington, en Londres. Su muerte es el resultado de una bronconeumonía causada por el sida», informó por ese entonces su representante en un escueto comunicado.

Destacado como cantante de voz imponente y gestualidad pomposa que sentó las bases de la teatralidad en el rock, Mercury fue mucho más que esa imagen dominante sobre el escenario y más vale apreciarlo como un creador multidisciplinario en tiempos donde el cruce de disciplinas no era tan habitual como ahora.

El músico nacido el 5 de septiembre de 1946 en la isla de Zanzíbar, entonces un protectorado británico y actualmente parte de Tanzania, componía, pintaba y también era el hacedor de las innovadoras puestas en escena que propuso como líder de Queen y también en su no tan atractiva tarea en solitario.

Junto al guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor y el bajista John Deacon, en 1971 dio forma a Queen, un cuarteto que supo amalgamar el arrasador sonido rockero con elementos musicales diversos (de la música negra a lo sinfónico y del pop a la electrónica) para construir una sonoridad personal e inimitable.

A lo largo de dos décadas y 14 álbumes, el conjunto británico hizo todo lo que le dio la gana en una aventura creativa integral a la que nadie pudo seguirle el paso y de la que Freddie fue un innegable bastión. Mercury compuso hits que han atravesado el tiempo a fuerza de talento y originalidad como, por citar apenas algunos, Bohemian Rhapsody, Don’t Stop Me Now, Crazy Little Thing Called Love, Seven Seas of Rhye y We are the Champions.

En pleno apogeo de su éxito, Queen llegó a Sudamérica en marzo de 1981, en el marco de una gira que tincluyó conciertos por Brasil, Argentina, Venezuela y México. Cientos de fanáticos recibieron al grupo, que en vario spaíses debió movilizarse durante toda su estadía en camiones policiales.

«Amo esto, parecemos putas llevadas a la cárcel después de ser levantadas por la policía», recordó Mercury a raíz de la serie de conciertos que hasta incluyó, en su última noche en Argentina, la presencia de Diego Maradona sobre el escenario para presentar la canción Another One Bites the Dust.

Dos décadas después de la muerte de Freddie Mercury, sus fans no podrán prestar mañana tributo en ningún cementerio, ya que el cuerpo del cantante fue incinerado en Londres y las cenizas fueron esparcidas en un lago suizo pocos días después.

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Mary Austin, la novia

Repasar su discografía, hablar tantos años después de lo que significaron temas como Bohemian Rapsody, Somebody to love o The show must go on, parece ya innecesario. Pero quiero recordar hoy de manera especial uno de sus temas más entrañables, Love of my life, la canción que escribió para la persona a la que, como él mismo reconoció, más amó a lo largo de toda su vida. Esa persona fue Mary Austin, la novia con la que vivó durante siete años y a la que adoró hasta el día de su muerte. De hecho fue en el padrino de su primer hijo y a ella le legó en su testamento la mayor parte de su fortuna.
Aunque continúa siendo un misterio, son muchos los que creen que tras su muerte, fue Mary quien custodió sus cenizas y las esparció en el lago suizo de Leman, muy cerca de Montreux, donde hoy se erige un monumento conmemorativo en memoria de este artista irrepetible que dejó un vacío imposible de llenar en la historia del rock.

El día de su entierro su ataúd llevaba una rosa roja encima y en la ceremonia se escuchó la canción «Barcelona», grabada en 1987 por el músico británico con su admirada Montserrat Caballé y que se convirtió en el himno de los Juegos Olímpicos de 1992, cuando Mercury ya había fallecido.

Fuente: teleshow.infobae.com