Duplicará la absorción del caudal de agua en los días de lluvia fuerte y beneficiará a unas 50 manzanas de Belgrano y Villa Urquiza. El tramo estará listo a fin de mes y podrá soportar tormentas continuas por dos horas.
Contener las inundaciones que se sucedieron durante los últimos tiempos en la Ciudad es el objetivo del Gobierno porteño, que ya ha sufrido dolores de cabeza por estas cuestiones. Y para cumplir esa demanda vecinal, claro, es necesario obras de envergadura. A fin de mes estará lista la construcción del nuevo conducto aliviador del arroyo Vega, una obra que intentará prevenir las inundaciones en Belgrano y Villa Urquiza.
Para tomar magnitud de lo que se busca con la flamante construcción, que está siendo ejecutada por la empresa AUSA, hay que mencionar dos datos. El primero es que, según las previsiones, el conducto permitirá duplicar la absorción del caudal de agua por lluvias y beneficiará a unas 50 manzanas. El otro, para graficar, es que las calles podrán soportar tormentas que tengan una duración de hasta dos horas. “La obra contempla la terminación de 30 sumideros y 18 bocas de registro”, explicaron desde la empresa, que también se hizo cargo de las construcciones de los dos túneles aliviadores del Maldonado (ver recuadro).
El nuevo canal mide mil metros lineales y tiene un diámetro de 2,60 metros. Empalma con uno existente en Mendoza y Washington, gira en Blanco Encalada y se extiende hasta Zapiola. La idea es mejorar la capacidad de resistencia luego de las lluvias, y más teniendo en cuenta que el terraplén que forman las vías del ferrocarril Mitre hace que el agua no pueda correr de forma normal.
Por otra parte, por los trabajos, el tránsito continúa restringido en Juramento, entre Melián y Superí; y en Olazábal, entre Naón y Washington. Y cerrado en Washington, entre Olazábal y Blanco Encalada; y en Blanco Encalada, entre Washington y Melián.
Fuente: La Razón