España llega agobiada a las elecciones

MADRID.- El cierre de la campaña para las elecciones generales de mañana encontró ayer a España en la cúspide de su angustia financiera. Agobiado por los mercados, con un nuevo récord histórico de riesgo país y un exorbitante interés de la deuda a 10 años, el país debió ser sacado de la zona de rescate por el Banco Central Europeo (BCE), que en una intervención de emergencia hizo una multimillonaria «compra salvadora» de bonos locales.

La sociedad española preveía vivir un viernes dominado por los discursos finales del conservador Mariano Rajoy y del socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, principales candidatos a la presidencia, pero los ataques especulativos del sistema financiero local tomaron ayer por asalto la agenda política.

Muy temprano, la nueva marca de la prima de riesgo , que había logrado trasponer en dos puntos «la barrera psicológica» de 500 unidades, volvía a poner a España en peligro de necesitar un rescate financiero internacional. Este temor fue rápidamente apuntalado por el interés alcanzado por los bonos de deuda soberana española, que se disparó hasta el 7%, es decir, a un nivel similar que el obtenido por Grecia o Portugal cuando necesitaron acudir al salvataje financiero externo.

Los primeros datos del récord del riesgo país, que se presentaron en un clima enrarecido y confuso con picos luego desmentidos de hasta 520 puntos, encendieron la alarma en los mercados. La conjetura adicional de que la prima española había superado a la italiana por primera vez desde agosto pasado no hizo más que acentuar la desesperación entre los operadores financieros.

Algunos analistas, incluso, hicieron referencia a la posibilidad de que España pudiera entrar en default en caso de que se mantuvieran el interés de la deuda por encima del 7% y la reticencia del BCE a comprar bonos de deuda españoles.

El creciente clima de nerviosismo precipitó la aparición de la ministra de Economía y vicepresidenta española, Elena Salgado, quien desmintió la posibilidad de que el sistema financiero de su país necesitara ser auxiliado. «Ninguna petición de rescate está en nuestra imaginación», aseguró la funcionaria, al finalizar la última reunión del consejo de ministros en siete años de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Salgado señaló que el elevado interés pagado por la deuda española «es perfectamente asumible», y descartó que ese factor sea determinante, como sostienen algunos medios españoles, para provocar la quiebra de las finanzas públicas.

Además, Salgado negó una versión, aceptada por los medios locales como cierta durante gran parte del día, que daba cuenta de que la prima de riesgo española había superado, por primera vez desde agosto, a la italiana. La funcionaria atribuyó ese dato a un «error metodológico» de la agencia Reuters.

Salgado también destacó que la «solvencia» de las cuentas españolas, así como el bajo nivel de deuda pública protegerían al Estado español de todo riesgo de salvataje, aun si se mantuviera por varias semanas el interés de sus bonos por encima del 7 por ciento.

Sin embargo, Salgado también reclamó «más Europa» como solución para descomprimir la actual crisis de deuda en España y en el resto del continente. «La salida debe llegar de los países, de las instituciones y de los políticos europeos», señaló. En concreto, le exigió en especial al BCE que siguiera «activo y con potencia suficiente» para superar la crisis.

Pero la tensión dio un drástico vuelco cerca del mediodía. En menos de media hora, el riesgo país experimentó una merma de cerca de 20 puntos, para luego pronunciar su caída, que la ubicaría en 441 unidades al cierre de la jornada.

Los especialistas interpretaron este derrumbe como un «tiro de bazooka» del BCE, lanzado para evitar que la prima de riesgo alcanzara alturas impredecibles. De todas formas, la efectividad de la intervención del Banco no logró esconder la presunción de que la crisis de deuda española depende de la ayuda de Bruselas para no descontrolarse.

El delicado escenario financiero de España fue anoche tema central del discurso del candidato del Partido Popular (PP), Rajoy, en el acto de cierre de campaña, en Madrid.

«Nuestro triunfo este domingo será el mejor mensaje que España puede dar a Europa, a los mercados y a los de la prima de riesgo, ya que con eso se cerrará el paréntesis del gobierno socialista», dijo Rajoy, quien, según las encuestas, se impondrá en los comicios por un margen histórico que podría alcanzar los 13 puntos.

En tanto, el candidato oficialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, exhortó a sus seguidores en un acto en Jerez a convencer a sus amigos y conocidos, «puerta y puerta» y «cara a cara», para que concurran a votar y no permitan que el sufragio en favor del PSOE migre hacia otras propuestas.

Rubalcaba ratificó así su táctica para convencer a los indecisos y a los socialistas desencantados con la gestión de Zapatero de que «no le den el poder total» al PP. Además, para animar a sus partidarios en esta misión, les restó importancia a los sondeos al recordarles que la campaña «se hace hasta el último minuto antes de votar» y que en las urnas «se meten votos, no encuestas».
Los candidatos, sus frases y sus propuestas

«Si al final las encuestas acertaran, lo que de verdad me preocupa es que la derecha se alce con un poder absoluto; ésa es la situación a la que iríamos»
Alfredo Pérez Rubalcaba
Candidato del PSOE

34%
Intención de voto
El PSOE perdería casi un 10% de los votos que obtuvo en 2004 y 2008, cuando ganó Rodríguez Zapatero.

Incentivos
Rubalcaba propone incentivos públicos para reactivar la economía y pedir a Europa el retraso de los planes de ajuste hasta 2015.

Pacto Se compromete a alcanzar un «gran acuerdo por el empleo» entre administraciones, empresarios, trabajadores y partidos políticos.

«Espero que esto se pare, [que los mercados] se den cuenta de que hay elecciones y de que quien gane debe tener un mínimo margen, mayor a media hora»
Mariano Rajoy
Candidato del Partido Popular

47%
Intención de voto
Rajoy superaría el 44,5% alcanzado por José María Aznar cuando fue reelecto, en los comicios de 2000.

Austeridad Rajoy promete un plan de austeridad en todas las administraciones, eliminar gastos superfluos e incentivar la eficiencia.

Deducciones Quiere simplificar la tipología de los contratos laborales y propone deducciones fiscales para favorecer la inversión y el empleo..

Fuente: La Nación