La crisis llegó a la región: Brasil crecerá menos

El Gobierno redujo su estimación de expansión del PBI para 2011 de 4,5% a 3,8% debido a la incertidumbre en Europa y a una debilitada economía en Estados Unidos. Los privados son aún más pesimistas.
Pese a la moderación de la actividad, se estima que la
inflación del país se acelere a un 6,4 por ciento en el 2011, desde una previsión anterior del 5,8 por ciento, según un informe conjunto del Tesoro y la oficina federal de presupuesto.

Se esperaba que el Gobierno revisara sus cifras luego de que datos económicos recientes apuntaran a una mayor inflación y un menor crecimiento en la economía más grande de Latinoamérica.

«Los problemas en la zona del euro y la falta de señales de recuperación en Estados Unidos tienen un impacto sobre la posible desaceleración doméstica», afirma el informe. Las nuevas estimaciones del Gobierno se ajustan más a la visión del Banco Central, que prevé un crecimiento del 3,5 por ciento y una inflación del 6,4 por ciento para este año.

Los economistas del mercado están más pesimistas y proyectan un crecimiento cercano al 3 por ciento y una inflación justo por debajo del techo del rango de meta oficial de un 6,5 por ciento.

El Gobierno brasileño se está moviendo rápidamente para proteger a su economía de la propagación de la crisis de deuda en Europa, después de que la actividad local se desacelerara más que lo esperado en el tercer trimestre.

El índice de actividad económica IBC-Br del Banco Central cayó un 0,32 por ciento en el tercer trimestre, lo que sugiere que la economía de Brasil puede tener problemas para superar incluso las previsiones más pesimistas de una expansión del 3 por ciento del PIB para este año.

Las autoridades han levantado algunos límites al crédito y han recortado la tasa de interés para estimular a la economía en medio de la desaceleración global.
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