Pese a las dificultades para obtener quórum que han hecho que la Cámara baja lleve tres semanas consecutivas sin poder reunirse, el balance no es tan malo como el anterior. Datos de toda la era kirchnerista.
El faltazo generalizado hubiese sido tan evidente que ni siquiera se especuló con la posibilidad de convocar a sesionar la última semana. En ninguna de las dos cámaras, claro está. La razón fundamental no era que no hubiese temas para tratar, sobre todo en Diputados, sino que la gran cantidad de legisladores fuera del país -Ginebra, Frankfurt, Madrid, por citar sólo algunos casos- hacía descartar cualquier especulación sobre una convocatoria a sesionar.
En el caso del kirchnerismo, tal situación no hace más que beneficiar sus planes de sesionar lo menos posible, dejados en claro a partir de la renovación parlamentaria que los dejó en inferioridad numérica, fundamentalmente en la Cámara baja. Pero en el caso de la oposición, tienen claro que ante las dificultades para llegar por sí misma a los 129 diputados necesarios para arrancar una sesión, deben convocarse sólo cuando tengan las garantías totales de que no habrá un ausentismo marcado.
En el Senado, cabe aclarar, ya se había sesionado largamente hasta altas horas de la madrugada del jueves anterior, y se había dejado establecido que la nueva convocatoria era para el 13 de octubre, cuando se trate el controvertido proyecto del 82 por ciento móvil. Pero en Diputados hay una serie de cuestiones que aguardan su tratamiento y se verá si esta semana pueden recuperar el ritmo.
Igual, Diputados lleva una sesión más en lo que va del año que el Senado: 15 contra 14. Más una preparatoria en el caso del Senado, en febrero, lo que equipararía los números.
Números que son superiores a la magra cosecha de 2009, cuando en todo el año, elecciones nacionales mediante, Diputados apenas se reunió en once ocasiones en todo el año. El Senado tuvo más actividad, aunque seguramente menos que las que sumará este año: 19.
Igual, el número es bastante magro teniendo en cuenta que los años pares suelen ser más prolíficos en materia de sesiones, al no estar el Cuerpo influido por las elecciones que marcan los años impares. Como muestra, veamos las cifras de 2008, cuando el Senado se reunió en 26 ocasiones, mientras que Diputados lo hizo 22.
En 2007, año de elecciones presidenciales, el Senado se reunió 18 veces, contra 23 de Diputados.
Veamos 2006: 33 reuniones en la Cámara alta; 41 en Diputados.
2005, elecciones legislativas, tuvo una actividad de 28 reuniones en la Cámara alta, contra 21 de la Baja. En 2004, en tanto, el Senado se reunió 28 veces, siendo aventajado en esa ocasión por Diputados, que realizó 30 reuniones.
2003, año de la consagración kirchnerista, tuvo una actividad de 25 sesiones en el Senado contra 20 de la Cámara baja.
Así las cosas, considerando que quedan siete miércoles en lo que resta del período ordinario, 2010 está en condiciones matemáticas de aventajar en ambas cámaras a 2008, pero igual quedará signado seguramente como el de menor actividad en ambos cuerpos comparando con el resto de la era K.
Fuente: parlamentario