Fayad y Mestre crearon una liga de intendentes para «refundar» la UCR

«Se mofan y nos dicen la liga de los ABL (alumbrado, barrido y limpieza), pero vamos a refundar el radicalismo y trasladar el poder de decisiones a los dirigentes que tienen votos», explicó Víctor Fayad, reelecto intendente de la Ciudad de Mendoza. «No vamos a regalar el partido al kirchnerismo, ni a (Mauricio) Macri ni a (Hermes) Binner», agregó el senador Ramón Mestre, intendente electo de la Ciudad de Córdoba.

El jueves, Fayad y Mestre sorprendieron a toda la dirigencia radical cuando se reunieron en un bar porteño para planear la línea de acción de lo que por ahora se llama «liga de intendentes», que busca arrebatar las riendas de la UCR nacional a «una élite que maneja el partido desde hace 15 años».

Ayer, consultados por este diario, Mestre y Fayad coincidieron en la necesidad de «refundar la UCR». Están trabajando junto a otros jefes comunales radicales (son casi 600 en total) como Mario Meoni (Junín de Buenos Aires), Mario Barleta (Santa Fe) y Aída Ayala (Resistencia).

La movida es ambiciosa: buscan eliminar la exigencia de ser delegado de un comité distrital (cada provincia tiene cuatro delegados) para poder ser elegido titular del Comité nacional; para ello necesitan que la Convención nacional del partido -el máximo órgano, de carácter legislativo- cambie la carta orgánica partidaria. Como la Convención nacional está convocada para el 18 y 19 de noviembre próximo, los caciques territoriales apretarán el acelerador.

El plan de acción es el siguiente: el sábado 5 un grupo de intendentes electos o reelectos, más algunos concejales y legisladores provinciales y nacionales, se reunirán en Tanti (Córdoba) invitados por Mestre. Allí debatirán sobre el rumbo que tiene que tener la UCR. Una semana después, en Buenos Aires, tendrán otra reunión a la que convocará Fayad como presidente del Foro Nacional de Intendentes Radicales. Buscarán reunirse con las actuales autoridades del Comité nacional y de la Convención y «hacer ruido».

La intención es que la Convención del 18 y 19 prorrogue el mandato de Ernesto Sanz -actual titular del partido- que vence el 5 de diciembre hasta marzo o abril del año que viene para que, en ese lapso, se pueda reformar la Carta Orgánica estableciendo la votación directa de los afiliados de las autoridades del Comité Nacional. Si todo sale bien, en marzo se debería estar votando el nuevo presidente del partido y un intendente de peso debería ser elegido.

«No le tenemos miedo al aparato de la UCR bonaerense -alfonsinista- porque todos los intendentes estamos jugando juntos», afirmó Mestre, pero aclaró: «Yo tengo que gobernar la Ciudad de Córdoba, que está destruida por eso no me anoto». Fayad, en cambio, no se excluyó. Pero, según fuentes partidarias, quien tiene más chances es el actual intendente de la ciudad de Santa Fe, Barleta, quien termina su gestión comunal en diciembre.

Fayad no ahorró vehemencia al criticar a las autoridades de la UCR nacional de los últimos años (los alfonsinistas Ángel Rozas y Gerardo Morales y el mendocino Ernesto Sanz). «Se han rotado en los cargos como si fueran un equipo de vóley, pero han fracasado estrepitosamente», lanzó. El intendente de la ciudad de Mendoza se mostró además virulento con su archirrival Julio Cobos.

«Ese hombre hirió de muerte al partido cuando se fue con Kirchner y ahora fue elegido delegado por Mendoza y podría ser elegido presidente del partido. Es como dar una amnistía a (Alfredo) Astiz», largó.

Mestre es más prudente. «Yo no quiero una caza de brujas. Acá hay que reconstruir el partido y deben estar todos», dijo. Sin embargo, los dos dirigentes coinciden en la necesidad de dar la pelea por el poder radical. «No vamos a dejar que nos sigan gerenciando aquellos que no tienen un solo voto», sostuvo Fayad.

El intendente mendocino señaló que en su encuentro con Mestre, en Buenos Aires, tuvieron coincidencias sobre la situación del país. «El radicalismo debe ser un partido competitivo por el bien de la democracia argentina. Debe avalar las cosas que el kirchnerismo ha hecho bien, que son muchas y a mí me hubiera gustado que las hiciera un gobierno radical, y criticar dando soluciones a todo lo que está mal», explicó Fayad. Mestre, que es más crítico con el oficialismo nacional, sostuvo:

«Reconozco el enorme triunfo que tuvo la Presidenta en las urnas, pero hay muchas cosas que están muy mal y hay que corregir».

Ayer, el alfonsinismo y Sanz dieron señales de aval a la movida de los jefes comunales aunque no emitieron una palabra sobre la posibilidad de cambiar la Carta Orgánica para reformular el esquema de poder interno. El senador mendocino opinó que «ninguno de los protagonistas de la etapa que se cerró el domingo, entre ellos yo, creo que debería ser protagonista de la nueva etapa», dijo por una radio. Con estas palabras se autoexcluyó y vetó, al mismo tiempo, a Ricardo Alfonsín y sus aliados internos.

Fuente: http://www.losandes.com.ar/