Handaball: se lo pidieron a Dios, y los bañó de oro

Los chicos del handball fueron a rezar antes del partido ante Brasil. Pura emoción en un equipo que hizo historia y que logra resultados cuando todos tiran para el mismo lado.

El partido del lunes pasado fue el más importante para la historia del handball argentino, y sus protagonistas lo sabían. Por eso, en la mañana previa al juego fueron a la iglesia a pedirle a Dios que los acompañe en su cruce ante Brasil por la final.

Y a Él también le agradecieron cuando todo salió como lo soñaron: Argentina se quedó con el oro panamericano y con la primera clasificación a un Juego Olímpico en su historia.

“Le agradezco a Dios por esto”, dijo emocionado el capitán argentino, Andrés Kogovsek, uno de los más exultantes tras el triunfo. Es que a sus 35 años hizo mucho por el handball nacional y lo coronó con una página destacada de la historia.

“Queda claro que esto no empezó ni terminó acá. Venimos trabajando desde hace años por este sueño, y se puede conseguir mucho más”, destacó.

Los retos de Kogovsek, los rezos en la mañana y también en la noche previa, y una fórmula básica, dieron resultado. Como explicó Sebastián Simonet tras el partido: “Esto se logra cuando todos tiramos para el mismo lado”.

Fuente: La Voz