Lula For Ever: Le aconsejó al ministro de Deporte no renunciar

Orlando Silva concurrió a su entrevista nocturna con la presidente Dilma Rousseff con un mandato del Partido Comunista do Brasil: No ofrecer su renuncia, tal como pretendía la mandataria (situación ya anticipada por Urgente24). Lo que se desconocía es que fue Luiz Inácio Lula da Silva el promotor de la estrategia.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Luiz Inácio Lula da Silva siempre le aconsejó a Dilma Rousseff, su sucesora, no pedir la renuncia a colaboradores como Antonio Palocci.

Probablemente porque Palocci le merecía respeto (fue el 1er. ministro de Finanzas de Lula) y también porque creía que no había que ceder una cabeza a la prensa opositora (así considera Lula a las revistas Veja e Istoé, y los diarios Folha de S. Paulo y O Estado de S. Paulo. No es una casualidad para él que el opositor PSDB gobierna el estado de S. Paulo).

Luego aparecen los intereses empresariales voluminosos a los que estaba vinculado Palocci, pero eso es un tema tabú, en especial si se pretende vincularlo con Lula da Silva, quien mantuvo la defensa de otros hoy ex ministros, todos designados por él para el gabinete de Dilma Rousseff, una imposición tan ridícula como la de Néstor Kirchner a Cristina Fernández, en 2007.

Algo de historia: Lula da Silva llegó al poder al frente de una coalición liderada por su Partido dos Trabalhadores pero, luego de algunso escándalos de corrupción que arrasaron con jefes del PT en el gobierno, él decidió estrechar aún más la coalición, para asegurarse el control del Legislativo.

Lula da Silva entregó ministerios a partidos aliados a cambio del sufragio de los legisladores de esos partidos, un trueque que obviamente ha derivado en hechos de corrupción. Lula da Silva promovió la continuidad de los cuestionados porque sostenía que, de lo contrario, los escándalos serían progresivos y permanentes.

Sin embargo, con la renuncia solicitada a esos ex ministros, Dilma pudo remontar su imagen pública, ganar autonomía e iniciar su propia administración.

Hay que regresar al presente: El tema es muy oportuno al tratarse el caso del ministro de Deporte, Orlando Silva, del Partido Comunista do Brasil, porque es quien tenía responsabilidades en un tema muy importante para Lula da Silva: la organización multimillonaria de la Copa del Mundo FIFA 2014.

El tema ya se había complicado porque la relación entre Dilma Rousseff y Ricardo Teixeira, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, no era tan buena como la que tenía Lula da Silva (casi ‘compinches’), y luego porque Dilma no se encuentra dispuesta a atender todas las exigencias de la FIFA.

Vaya a uno a conocer la realidad de los vínculos entre Blatter/Teixeira/Lula da Silva… ¿conocerá algo Silva?

Lo cierto es que Lula da Silva fue quien le pidió al Partido Comunista do Brasil que no le entregara a Dilma Rousseff la cabeza de Silva.

El diario O Globo, de Río de Janeiro, difundió una información sobre el llamado telefónico que Lula da Silva le realizó al diputado federal y presidente del PCdoB, Renato Rabelo, pidiéndole que en la reunión de la cúpula partidaria no se aceptara entregar a Orlando Silva.

Rabelo se había reunido previamente con Gilberto Carvalho, secretario general de la Presidencia, quien le había garantizado que si Silva renunciaba, el PCdoB conservaría el control del ministerio, o sea que debía designar al sucesor.

En ese contexto Rabelo citó a la cúpula partidaria, previo a una entrevista entre Dilma y Orlando Silva, convocada por la Presidente, quien creía que Carvalho había ordenado la situación en el diálogo con Rabelo, e ignoraba el llamado telefónico de Lula da Silva.

Obviamente que Lula da Silva no habló mal de Dilma sino que a Rabelo le exigió no ceder ante la prensa paulista que había embestido con las denuncias que afectan al ministro.

La apuesta de Lula da Silva es que la prensa paulista no tiene otras denuncias nuevas contra el ministro, pero ¿qué ocurrirá si aparecen nuevos escándalos que arrastren al ministro?

Luego, la intervención directa de Lula da Silva en el tema supone ahora un desafío muy interesante para la prensa crítica del ex Presidente.

Lo cierto es que Rabelo abrió la 17ma. Conferencia Estadual del PCdoB en Río de Janeiro destacando que el crecimiento en la administración presupuestaria que realiza el partido ex marxista leninista (obviamente Deporte tiene muchos más recursos a partir de la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos de Río 2016), provoca la envidia de otros sectores, que no identificó.

La reunión del PCdoB se transformó en un acto de desagravio a Orlando Silva y de decisión de mantenerlo en el Ministerio de Deporte, del que fue secretario general en días de Lula da Silva en el poder.

«Acabo de recibir un llamado telefónico de nuestro ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, solidarizándose con nuestro partido y con nuestro ministro Orlando Silva. El mé dijo: «Ustedes deben resistir, el ministro tiene que resistir», y debemos hacerlo. La historia de nuestro partido es de resistencia. Nosotros tenemos que tener confianza en la presidente Dilma Rousseff. Hoy mantenemos con ella una relación de respeto mutuo con ella», informó Rebelo a una platea de 500 personas, entre afiliados, militantes y representantes de 76 filiales del PCdoB en Río de Janeiro.

En Brasilia, el senador Inácio Arruda (PCdoB-CE) afirmó, luego de la entrevista de Silva con Rousseff (en la que el ministro no ofreció su renuncia), que fue decisivo el respaldo partidario al ministro pero rescató la orientación brindada por Lula da Silva al PCdoB. Arruda dijo que Lula da Silva venía hablando directamente con Orlando Silva durante los últimos días.

Es evidente el interés personal de Lula da Silva en la continuidad de Silva al frente de Deporte, la organización de la Copa 2014 y los Juegos Olímpicos 2016. Tanto interés también puede demostrar vulnerabilidad.

Luego, surge que si sigue funcionando el esquema de las alianzas políticas de trueque ministerios x bancas legislativas, Lula da Silva intentará ser el próximo candidato presidencial del PT.

Dilma probablemente solo pueda ganar la posibilidad de una reelección si tiene un gran éxito en su gestión pero hoy día parte de ese éxito pasa, contradictoriamente, por contar con colaboradores más eficientes y menos corruptos.

«Usted precisa tener confianza. Manténgase firme ahí porque si duda, será arrastrado», dijo Arruda que Lula le dijo a Silva.

Antes de comenzar a hablar en la convención del PCdoB, Rabelo informó que Orlando Silva había sido citado por Dilma pero ahí mismo descartó cualquier posibilidad de que el PCdoB dejara el control de Deporte a cambio de algún otro ministerio: había una versión muy firme de que Dilma le había ofrecido al PCdoB el Ministerio de Cultura, indicando a la diputada federal Jandira Feghali (PCdoB-RJ) para asumir de inmediato.

«Es una intriga en un momento muy delicado. No es el momento de discutir eso. Nuestros esfuerzos se concentran en la permanencia de Orlando Silva en Deporte», agregó la propia Jandira.

Luego se leyó una carta de Silva a la convención, ya que por permanecer en Brasilia para el encuentro con Dilma, no pudo asistir.

«Ustedes me acompañan frente a los ataques violentos, las mentiras y las calumnias, sin pruebas, que intentan imputarme a mi y al partido. Estos ataques son el resultado de la codicia que provoca la dimensión alcanzada por el Ministerio de Deporte y el odio de clase de las fuerzas conservadoras. En otros tiempos de terror, ellos usaban la tortura, la prisión y los asesinatos. Hoy esas fuerzas apelan al linchamiento político, la condena pública para eliminar a nuestros compañeros», escribió el ministro.

Increíble el enfoque revolucionario que el PCdoB le otorga a sus vínculos comerciales con Joseph Blatter, Ricardo Teixeira, Julio Grondona y la FIFA.

Entonces se votó una moción de apoyo al ministro Silva y Rabelo criticó a la prensa por lo publicado sobre las irregularidades en Deporte: «El ministerio era el patito feo que no le interesaba a nadie pero ahora es un cisne de oro y todos lo codician», dijo Rabelo.