Derrumbe de pozo terminó con la vida de un operario

Fue en Merlo, mientras se reparaban cloacas. Otros dos trabajadores se salvaron milagrosamente. Este caso se suma al de otro obrero que se salvo en la tarde de ayer en Palermo, señala Diario Crónica.

La mezcla de negligencia, imprevisión y fatalidad terminó con la vida de un operario que trabajaba en una obra de reparación de cloacas en Merlo. La rotura de un caño de agua provocó, ayer por la mañana, que se formara lodo en el fondo del pozo en el que se encontraba la víctima, que no pudo ser rescatada. En tanto, sus dos compañeros lograron salvarse de milagro.

“El problema fue que una máquina estaba excavando mientras el operario trabajaba abajo, en el pozo, se rompió el caño, cayó agua, se formó lodo y el obrero no pudo salir”, señaló Oscar Crotti, jefe de Bomberos a cargo del operativo que se desarrolló en Almirante Brown al 4900, en Merlo, luego del accidente ocurrido aproximadamente a las 11. Según dijo, cuando sacaron el agua del pozo, que tenía entre tres y cuatro metros de profundidad, encontraron a la víctima, identificada como Ricardo Leiva, ya sin vida.

La tragedia pudo haber sido todavía mayor de no haber sido por un grupo de vecinas que salieron de sus casas en el momento exacto en el que ocurrió el siniestro y arriesgaron su propia vida para ayudar a los operarios. “Lo único que pudimos hacer fue tirarle la manguera con la que salíamos a lavar la moto, quisimos ayudarlos y corrimos riesgo de caernos”, le dijeron a “Crónica”.

“El hombre (que también estaba en el pozo) quería ponerle en la boca la manguera que le tiramos para que salga, para que respire, pero ya no se podía hacer nada. Eramos cuatro mujeres, una en el piso, tirando una manguera para salvar a uno de los chicos, que por sí solo no pudo salir”, agregaron, y lanzaron una frase que describe el peligro que había en el lugar: “Hasta a nosotras nos chupaba el barro para abajo, era desesperante”.

De los dos operarios que sobrevivieron al siniestro, uno pudo salir del pozo por sus propios medios, mientras que el otro fue rescatado por las vecinas.

En tanto, Angel Flores, representante de la empresa Marín S. A., a cargo de las obras, explicó que fue “un accidente porque se filtró agua de uno de los caños, lo que provocó el desmoronamiento”. “El lugar no tenía tanta firmeza como venía teniendo el suelo y se desprendió”, señaló.

Por otra parte, afirmó que cuentan con todos los elementos de seguridad necesarios para hacer ese tipo de excavaciones y reconoció que hubo “negligencia”. Sin embargo, los vecinos se opusieron a estos dichos y afirmaron que trabajaban en “muy malas condiciones”, porque “no tenían seguridad”. “Las condiciones no estaban dadas para hacer este trabajo. Los obreros no tenían nada, no tenían soga ni handy. Eran dos personas las que trabajaban en el pozo y no se pudo hacer nada para salvar” a Leiva, terminaron.

Seguramente la investigación del penoso hecho permitirá deslindar responsabilidades. De todos modos, nuevamente un trabajador de la construcción pierde la vida en plena tarea laboral, hecho que suele reiterarse con preocupante frecuencia.

Fuente: Crónica