Un ladrón lo encerró en el baño y después lo hirió de un culatazo

VIOLENCIA SIN FIN….Ocurrió a la mañana y la víctima fue el empleado de un kiosco de 117 entre 73 y 74. Por suerte, está bien. Actuó un delincuente armado que se dio a la fuga con plata y cigarrillos.
Un violento asalto a mano armada se registró ayer a la mañana en un kiosco de Villa Elvira, ubicado más precisamente en 117 entre 73 y 74, donde un sujeto redujo al empleado, lo encerró y le pegó un culatazo que le provocó cortes sangrantes en el cuero cabelludo.
Este episodio delictivo se registró ayer alrededor de las 9 y, al respecto, la propietaria del local robado, Iris Barrida, comentó a Trama Urbana que “en un determinado momento ingresó una persona al local, rápidamente sacó un arma de fuego y comenzó a apuntar al empleado”.
El caco le comenzó a exigir que le entregara todo el dinero si no quería sufrir represalia alguna, por lo que en un mecanismo de preservación, el muchacho no atinó a ofrecer resistencia al agresor.
Así, el malhechor pudo apoderarse de diferentes valores, como “unos 1.200 pesos en efectivo y cigarrillos por casi 700 pesos”, de acuerdo a la estimación realizada por Barrida. “Como recién abríamos el negocio, no había mucha plata en la caja y lo que había era centralmente dinero para pagar a los distintos proveedores que pasarían durante el día”, afirmó la mujer.

Sin embargo, una vez que el asaltante se hizo de su botín, comenzó a preparar la fuga. Para ello llevó al empleado hacia el fondo y lo obligó a encerrarse en el baño. Pero no todo terminó allí, sino que para atemorizarlo aún más, le propinó un culatazo en la cabeza que le causó dos cortes en el cuero cabelludo.
Finalmente, el ladrón escapó y no se sabe si actuó con un cómplice ni en qué se movilizaba.
Por su parte, la víctima fue atendida en el lugar por un equipo médico, aunque se descartó su traslado a algún centro hospitalario y se le recomendó reposo.

Ladrones de clientes

“Esta es la segunda vez que nos roban desde que abrimos hace un año”, manifestó la dueña. “El primero fue muy fuerte y me tocó a mí. Se robaron de todo, entraron dos con un arma de fuego, estuvieron como veinte minutos y hasta se hicieron pasar por empleados para tener más tiempo para robar”.

El antecedente ocurrió en mayo de este año y en aquella ocasión robaron efectivo y mercadería por un total aproximado de 5 mil pesos. Pero eso no fue lo peor para la víctima, sino que recibió una amenaza que aún perdura en su memoria: “Si te encuentro plata escondida, te mato”, le dijo uno de los delincuentes.