Asegurar la sucesión, el objetivo de Grondona el día después del show

Tras su reelección, el presidente de la AFA delegará decisiones a su entorno. Dirigentes y políticos opositores volvieron a denunciar que ‘Don Julio’ tiene cuentas en el exterior

En el sitio web de la FIFA cada dirigente de peso tiene su propio espacio, algo así como una carta de presentación en la que responde cinco preguntas. Una de ellas inquiere ¿cuál es el momento más decepcionante que ha tenido en el fútbol? «“Cada vez que la prensa o los políticos atacan al fútbol, desconociendo el aporte que nuestro deporte hace a la sociedad»”, responde un tal Julio Humberto Grondona, vicepresidente del organismo y titular de la AFA desde 1979 y hasta 2015.
El día después de su octava reelección al frente de la AFA, Grondona fue el principal eje de los medios y también de sus protagonistas. No sorprendió el rotundo 46-0 que marcó su continuidad; sí, en cambio, el show que montó el empresario Daniel Vila en la puerta de la sede, autoproclamándose como presidente de una AFA paralela. Poco le importó al “»Jefe»”, que agradeció el apoyo de los miembros del Comité Ejecutivo y, extrañamente, se refirió al “»final feliz de esta historia»”.
Esa frase sirve como prólogo para encarar la sucesión que vendrá en AFA, con dos presidenciables despegándose del resto. Uno de ellos, José Luis Meiszner, presidente en licencia en Quilmes e incondicional aliado de Grondona y del Gobierno, ya que mantiene diálogo constante con Aníbal Fernández, jefe de Gabinete “»K»” y presidente en vigencia del club que milita en el Nacional B. El otro es Germán Lerche, titular de Colón que avala la gestión actual pero que se incluye en la lista de candidatos surgidos del “ala renovadora”. A los 80 años, el deterioro de la salud de Grondona se hizo evidente el martes en su aparición ante la prensa. De allí que se abran los interrogantes sobre si, incluso, completará el mandato que expirará el 25 de octubre de 2015. En simultáneo toman fuerza apellidos jóvenes «“opositores»”, como el de Fernando Raffaini, presidente de Vélez, uno de los tres clubes que se abstuvo. “»Si fuera cierto lo de las cuentas en el exterior sería muy grave»”, dijo ayer quien es hombre del riñón del diputado Martín Sabbatella.
La política no está exenta de los vaivenes de la AFA. Ayer, mientras Cristina Fernández de Kirchner cerraba la campaña presidencial en el Teatro Coliseo, la reelección de Grondona era un tema de charla entre los hombres más cercanos al kirchnerismo, que reconocen a “»Don Julio»” como un aliado díscolo que en un repentino cambio de humor puede patear el tablero y romper el actual vínculo.
Poco antes, dirigentes opositores habían manifestado su repudio hacia la prolongación de lo que llaman el “»síjulismo»”. El candidato una banca de diputado nacional por Udeso, Manuel Garrido, y su compañera de lista, la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, insistieron que pedirán una investigación a la Auditoría General de la Nación sobre el dinero que aporta el Estado Nacional a la AFA por la televisación del fútbol. Más allá parece ir el diputado santafesino Carlos Carranza, quien pedirá al Congreso “»la intervención»” de la AFA por los “»públicos desmanejos económicos financieros y la crisis institucional en que se encuentra»”. Elisa Carrió, candidata a presidenta por la Coalición Cívica, volvió a definirlo como «“mafioso»” y como parte de la «“Argentina que viene si Cristina Kirchner es reelecta el domingo”».

Fuente: cronista.com