Por su faltazo a San Juan, Teo Gutiérrez se disculpó con el cuerpo técnico y ante el grupo, que ayer se encerró sin la presencia de Simeone para limar asperezas.
Eran las 16 y monedas. El cuerpo técnico, en su totalidad, esperaba en la cancha auxiliar mientras intercambiaba palabras. Los elementos de utilería y las pelotas estaban preparados, pero faltaba el plantel… A unos 80 metros, entre las paredes de un vestuario que estuvo convulsionado en los últimos días por rispideces entre los protagonistas, el Cholo dejó a los jugadores puertas para adentro en una charla de la que no participó. Allí los futbolistas se descargaron, intentaron olvidar resquemores y se propusieron reparar las fisuras en busca de una unidad por el bien de Racing.
En el contexto del proceso de reconstrucción grupal, además, el entrenador recibió el gesto que esperaba de alguien que le causó un mal trago: Teófilo Gutiérrez. Según le contó a Olé una persona muy allegada al técnico, entre el lunes y ayer por la mañana el colombiano se comunicó con el Profe Ortega, Germán Burgos -ayudante- y Pablo Podestá- vicepresidente- para hacer llegar sus disculpas por haberse negado a viajar a San Juan. Frente al grupo las repitió y explicó que su ausencia fue por su ya famoso estado febril. Con su perdón a los colaboradores del Cholo, sin embargo, Teo dejó al desnudo que no tuvo la voluntad de integrar la última lista de concentrados. ¿Qué pasó? A raíz de los efectos que le provocó la altura de La Paz en el partido contra Bolivia por Eliminatorias, el goleador acusó el viernes un averiado estado de salud y uno de los médicos del plantel (Norberto Fariña) le detectó líneas de temperatura.
Simeone le pidió que hiciera el esfuerzo de viajar porque pensaba esperar su evolución, dado que el encuentro se jugaba más de 24 horas después. Pero el delantero no aceptó y eso cayó como una bomba en el Cholo. No sólo a él: fue una actitud más que potenció el malestar de varios de sus compañeros hacia el atacante, a quien -en la intimidad- calificaron de “egoísta y arrogante”.
Encima, durante el encuentro, se produjo otro chispazo cuando Claudio Yacob se retiró del campo muy enojado con el DT y entre insultos por haber sido sustituido en el segundo tiempo. Fue otro sopapo para Simeone. La relación entre los futbolistas y el entrenador nunca fue la ideal. Les desagrada que les ponga tanta distancia y tenga poco diálogo con ellos. Tampoco les gusta el estilo conservador con que regresó de Italia. Sienten que por los nombres que hay deben ser más ofensivos, aunque nadie se habría atrevido a decírselo. Patricio Toranzo, el lunes, disparó: “Debemos hacer un poco lo que pide Simeone, pero también romper. Tenemos que ser más caraduras, atacar y soltarnos más”. Al menos hasta ayer, el Cholo no tuvo charlas individuales con jugadores cuyas actitudes movieron el piso.
Racing está invicto y segundo, pero no juega bien. Todos los jugadores creen que hay equipo para más.
Fuente: Olè