La advertencia de Moody’s a Francia aumenta la inquietud sobre la crisis

PARÍS — Francia prometió este martes que tratará por todos los medios de conservar su máxima nota crediticia, tras una advertencia de Moody’s que acrecentó el temor de los mercados, afectados ya por el jarro de agua fría que Alemania echó a las expectativas de que la cumbre del próximo domingo vaya a resolver la crisis de la Eurozona.
La Bolsa de París cedía un 2,21% hacia las 11H48 GMT, siguiendo la estela de las caídas registradas por las bolsas asiáticas atrapadas por el miedo al contagio de la crisis de la deuda de la Eurozona.
El aviso a Francia llega cinco días antes de la crucial cumbre europea del domingo para tratar de buscar una solución que ponga, de una vez por todas, fin a la crisis de la deuda soberana en la zona euro que amenaza con hundir la economía mundial en la recesión.
El ministro francés de Finanzas, Francois Baroin, salió rápidamente al paso para tratar de sacudirse la presión de encima, prometiendo que Francia «tomará todas las medidas» para mantener la codiciada máxima nota (AAA). «Aquí estaremos para conservar esa triple A. (…) Haremos todo lo necesario para no ser degradados», declaró Baroin en la cadena de televisión France 2.
«Tenemos margen de maniobra», dijo el ministro, que recordó que Francia «ha hecho todo en los últimos tres años para evitar una rebaja» de la nota, sobre todo, en lo que a «reformas estructurales» se refiere, como el aumento de la edad de jubilación y los recortes en el sector público.
Pero en señal de que la preocupación sobre la crisis aumenta, Baroin dijo que la previsión de que la economía francesa crecerá el próximo año un 1,75% es «probablemente demasiado alta» y que «hay riesgo» de que el crecimiento se sitúe por debajo del 1,5%, debido sobre todo a la «recesión mundial».
Moody’s decidirá en los próximos tres meses si la segunda mayor economía de Europa merece su perspectiva estable.
Y es que, según Moody’s, la «fortaleza financiera» de Francia se ha «debilitado, al igual que en otras partes de la zona euro, debido a la crisis financiera y económica global que ha llevado al deterioro de los parámetros de la deuda gubernamental francesa, que son entre los más débiles entre los países con la calificación AAA».
Las tres agencias de calificación -Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch Ratings- mantienen la máxima calificación para Francia.
El hecho de que Moody’s haya cambiado la perspectiva de la nota francesa de estable a negativa es señal de una próxima rebaja, lo que el gobierno francés trata de evitar a toda costa ya que ello encarecerá el dinero que toma prestado en el mercado.
Esta advertencia llega después de que las autoridades alemanas enfriaran el lunes las expectativas sobre los resultados de la cumbre de Bruselas del domingo, pese a que los europeos han prometido medidas contundentes para solucionar un problema que se arrastra desde hace más de un año.
El fin de semana, aseguraron a sus socios del G20 en la reunión que los ministros de Finanzas y responsables de los bancos centrales celebraron en París, que el próximo día 23 tendrían un plan contundente.
La cumbre debe preparar medidas para fortalecer el sistema financiero de la Eurozona para un eventual ‘default’ de Grecia, en particular la recapitalización de los bancos con una fuerte exposición a la deuda griega y decidir en qué y cómo se usan los activos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera – unos 440.000 millones de euros (unos 600.000 millones de dólares) para evitar el contagio de la crisis a economías como Italia y España.
No obstante, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió el lunes, de que aunque los líderes de la Unión Europea están dispuestos a «proporcionar cobertura para la incertidumbre en los mercados financieros», no será probable que salga una solución permanente de la cumbre.
«El sueño de ver el final de la crisis a partir del lunes no podrá verse hecho realidad», advirtió por su parte, el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffan Seibert.
Por Michael Mainville (AFP)