Los Pumas dejaron en alto el orgullo argentino tras su salida del Mundial

Apoyado en su entrega, su corazón y su mística, el equipo albiceleste se gana el respeto del mundo del rugby. El próximo objetivo será nivelarse con las grandes potencias del hemisferio Sur en el Cuatro Naciones.
Los Pumas cerraron su participación en el Mundial de Nueva Zelanda con un balance positivo. Pese a no poder defender el histórico tercer puesto conseguido en 2007, el juego sólido en defensa y sobreponerse a las lesiones de sus principales figuras fueron las grandes virtudes que marcaron a un equipo en el cuál pocos confiaban previo al torneo. En 2012 llegará el desafío anual para seguir fortaleciéndose frente a los gigantes del sur.

En su último encuentro, los argentinos lograron mantener el respeto y la mística que los caracteriza pese a la derrota frente a los All Blacks, a los que lograron jugarles de igual a igual con su sello inconfundible: garra y tackle. Hasta llegaron a silenciar Eden Park por unos minutos con la ventaja 7-6 a favor. Luego, la efectiva puntería del pateador Piri Weepu y el desgaste físico del final jugaron a favor del local, cuya victoria no logró opacar la digna presentación de Los Pumas en territorio neozelandés.

Las bajas de sus principales figuras por lesiones le jugaron una mala pasada al seleccionado albiceleste. La primera y más importante fue la deserción del apertura Juan Martín Hernández, principal estratega y el encargado de comandar al equipo dentro de la cancha.

Ya en el debut del torneo, estuvieron a un paso de vencer al último subcampeón del mundo, Inglaterra, pero el equipo se volvió a ver afectado por la lesiones. El centro Gonzalo Tiesi sufrió un esguince en los ligamentos de la rodilla derecha que lo dejó al margen del resto del certamen. Y en ese mismo encuentro, el capitán Felipe Contepomi se retiró con un golpe en el cartílago de sus costillas y necesitó once días para recuperarse y poder jugar recién el tercer encuentro, frente a Escocia.

Esa noche fría en el Wellington Regional Stadium, Los Pumas lograron superar a los escoceses por 13 a 12 con un try magnifico de Lucas González Amorosino. Pero no todo sería alegría: el segunda línea y subcapitán, Juan Fernández Lobbe, quedó marginado del Mundial al padecer la rotura del ligamento cruzado en su rodilla izquierda.

Pese a todo, Los Pumas cumplieron la estrategia que tejió Santiago Phelan para lograr el pase a los cuartos de final: ir trabajando cada partido de acuerdo al rival en suerte.

Tras la injusta derrota por 13- 9 frente al representativo inglés, Los Pumas vencieron a Rumania y sortearon el choque frente a Escocia. Eso lo dejó a un paso de la clasificación, que se concretó al derrotar a Georgia.

El equipo argentino se va de Nueva Zelanda con la tranquilidad de haber mantenido la imagen positiva y de respeto de sus adversarios. De aquí en más la dirigencia será la encargada de resolver sus problemas internos y definir el camino a seguir, ya que a partir de la temporada próxima Los Pumas disputarán por primera vez el torneo de IV Naciones frente a Sudáfrica, Nueva Zelanda y Australia.

«Habrá que ver cómo le va en el Mundial» , había dicho antes del comienzo de la Copa del Mundo, en Dunedin, Bernard Lapasset, el presidente de la IRB y de cierto modo había comprometido la participación en el nuevo certamen. Luego, esa declaración se disipó y se confirmó la inclusión , aunque la Argentina aprobó con creces ese examen al llegar a cuartos de final, mostrar una buena afluencia de público en sus partidos y la paridad ante la gran potencia del rugby mundial en su propia casa.

Para algunos jugadores como Mario Ledesma y Martín Scelzo concluyeron sus carreras en Los Pumas. Habrá que ver si continúan para el año próximo otros como Felipe Contepomi o Rodrigo Roncero. Y deberá confirmar su continuidad el entrenador Santiago Phelan, que opinó que “a la Argentina le servirá mucho jugar anualmente este torneo contra los mejores del mundo” y se mostró seguro que “el rugby argentino crecerá».
Fuente: .infobae.com